Los puconinos disfrutaron de la playa privada, paseos en yate y un almuerzo especial preparado por los vecinos del Club Náutico Canto del Lago.
Una jornada de esparcimiento vivieron los niños y adolescentes de Pucón, luego que la semana pasada disfrutaran de un paseo por el Lago Villarrica, gracias al trabajo mancomunado entre el municipio lacustre -a través de la Oficina de Protección de los Derechos de Infancia y Adolescencia (OPD)- y el Club Náutico Marina Canto del Lago, en el sector Los Riscos.
Con temperaturas sobre los 26 grados, los 25 menores disfrutaron de la playa privada, paseos en yate y un almuerzo especial, elaborado por los mismos vecinos del club náutico, quienes por primera vez brindaron su espacio para una acción social y comunitaria.
La coordinadora de la OPD Pucón, Miriam Palma, destacó la actividad. “Los niños están encantados, fascinados, disfrutando de este paisaje maravilloso. Tenemos considerados integrantes del Hogar Betania -de la residencia de las niñas-, y menores del Consejo Consultivo Escolar Urbano, que tratan durante todo el año con nosotros, de los colegios: El Claro, Ramón Guiñez y Holzapfel”.
Por su parte, el director de la Marina y presidente del Club Náutico Marina del Lago, Hernán Torrealba, explicó que hace unos 3 años invirtió en el sitio con el objeto de fomentar la amistad y la convivencia entre los vecinos y, también dar un grano de arena a la comunidad puconina.
“Nuestros vecinos y socios están muy contentos con ellos. Todos han participado; de hecho, aquí están preparando las cosas, salieron a comprar; están muy contentos de ayudar, colaborar y conocer a otros niños. Y a nosotros también nos sirve para que vean otras realidades, cosa que se empapen de que no todo el mundo salió con tantos beneficios”, comentó.
La educadora de trato directo (ETD) del Hogar Betania, Miriam Hidalgo, indicó que fue una gran instancia para ayudar a las niñas del lugar. “Me parece un bonito gesto porque ayuda a las niñas, ya que si están ahí es por algo no muy agradable que les sucedió. Entonces, esto les ayuda a distraerse un poco, salir de la rutina porque durante el invierno ellas estudian, otras trabajan. Y si vuelven hacerlo el próximo año, mejor aún”.
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