Ripley, Líder, Movistar son algunas de las marcas que acosan insistentemente a sus clientes. La aplicación para móviles Truecaller promete terminar con ellos.
Experiencia personal: tras varios años sin contratar servicios y con solo las tarjetas del banco, inicié un proceso donde me involucré con una serie de marcas que me anunciaron de manera muy atractiva que debía ser parte de ellas.
A quién no le ha pasado que ve en tiendas unas atractivas ofertas solo con tarjeta… pues creo que a todos alguna vez. Así, adquirí primero la de Ripley (que había cerrado hace más de 10 años) y la de Líder, esta última gracias a un insistente vendedor argentino que me habló de la maravilla de usar dicha tarjeta mientras estaba en los pasillos del supermercado. Por ella, dijo, no pagaría mantención.
¿Mi experiencia? Parto con la Visa de Líder… a poco andar descubro seguros asociados cuyo costo supera los $5.000 mensuales. Evidentemente, con el escaso tiempo que manejo como trabajadora y madre terminé yendo y consultando de qué se trataba. La solución fue eliminar ambos seguros (¡eran dos!), los que dejarían de pagarse -por supuesto- los meses siguientes. Consulté por qué no se me informó siendo que pregunté explícitamente ese punto, y me dijeron los vendedores que debía exigir explicaciones a quien me lo ofreció…
Recientemente, por razones de tiempo, me demoré en pagar la cuota que tenía pactada para el 3 del mes. El día 7 comenzó un acoso impresionante… “cuándo viene”, “no llegó”,” ¿sabe que debe?”… cómo no! Un día, calculo, me llamaron unas 15 veces… Como mi deuda era baja fui a cerrar la tarjeta, saqué la chequera y me dicen que no podía ser mediante cheque, solo al contado o con tarjeta de débito… Volví al día siguiente y fin de la historia: fin de la tarjeta. De verdad no fue menor la molestia… calculo que entre el 7 el 13 de agosto debo haber recibido unas 50 llamadas. No quiero ni saber cómo lo pasan los que deben un mes completo.
Ripley lo dejé en segundo lugar porque es molesto como Líder pero reconozco que he sido negligente con ellos… no obstante, los destaco porque entre mis cercanos concordamos en que es una de las marcas acosadoras. No he cerrado la tarjeta porque no he tenido tiempo, pero es la que me queda y pronto se acabará.
Mi última experiencia reciente fue la contratación de un plan Movistar. Solo internet. Tenía el dato de un ejecutivo local del edificio en que lo estaba contratando, pero se me ocurrió la mala idea de poner mis datos en la web para recibir atención antes de llamarlo a él. El resultado fue una señorita con acento centroamericano excesivamente persistente que estaba más concentrada en su objetivo que en mis consultas. Se obsesionó en que contrate el internet móvil y no el cableado, traté de que me explique las diferencias y decidí el cableado. Insistió, insistió, insistió en que necesitaba el otro y que la dirección del edificio no tenía factibilidad para cableado pese a que le dije que eso no era así. Fue una conversación angustiante y hasta la calificaría de enferma… ¡no me dejaba en paz!
Finalmente, en el caso Movistar, llamé al ejecutivo local quien me visitó rápidamente… obvio que había factibilidad y ayer sábado temprano habilitaron el servicio. Le reclamé la locura de las llamadas de sus ejecutivas (fueron como 3 de esta asistente) y solo pudo esbozar una sonrisa pues, ¿qué podía hacer él?
¿Por qué me doy el tiempo de escribirlo? Porque imagino que todo el mundo lo vive… yo había estado lejos de eso porque no había tenido contacto con tarjetas ni contratación de servicios durante mucho tiempo… ¡que afortunada!
Ahora que es domingo, estoy en casa disfrutando de mi día de descanso y suena el teléfono. Una voz centroamericana que llama de Movistar. “Señorita -le digo- hoy es domingo”. “Sí, lo siento pero quisiera hablar con…”. “¿Señorita, podría llamar mañana?”. Titubea: “Sí, claro, solo la llamaba para…”. Entiendo que no va a parar y cuelgo… Me da vergüenza, no me gusta hacer eso, pero de verdad ya no los tolero. Después preguntan por qué la gente anda alterada…
Le comento a mi marido mis malos ratos. Me dice que ha escuchado de una aplicación que se llama Truecaller, que sirve para detectar spams y bloquear llamados. Busco por internet y desde 2014 puede ser utilizado en nuestro país y fue diseñada para gente con baja tolerancia como yo.
Creo que es un buen dato… les comentaré qué tal la experiencia.
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