La Comisión de Constitución del Senado aprobó la iniciativa por 3 votos a favor y 2 en contra. A juicio del senador por La Araucanía “el aborto no es cuestión de opinión, creencias o religión; es un tema de derechos y de salud pública”.
Con un difícil e intenso debate en la Comisión de Constitución del Senado, se aprobó por 3 votos a favor y 2 en contra el proyecto de despenalización de la interrupción del embarazo en tres causales, iniciativa presentada por el gobierno hace dos años y que permite el aborto en los casos de riesgo grave de vida de la madre, feto inviable y violación.
“Las mujeres chilenas han esperado 25 años para reponer este derecho”, celebró el senador por La Araucanía y vicepresidente del Senado, Jaime Quintana, quien ha respaldado desde un principio la iniciativa del ejecutivo. “El país exige que legislemos sobre estos asuntos tan sensibles para las sociedades modernas y que en la mayoría de las naciones fue zanjado hace décadas”, aseguró el parlamentario.
El proyecto ingresó a su primer trámite en la Cámara de Diputados el 31 de enero de 2015, y fue aprobado en general y en particular el 17 de marzo de 2016. Luego pasó a la Comisión de Salud del Senado, donde estuvo en discusión hasta septiembre. Desde octubre que estaba siendo sometido a revisión por la Comisión de Constitución y que finalmente fue aprobado ayer.
A juicio del senador Quintana, “la ciudadanía apostó por este compromiso de gobierno, y hoy hemos dado un paso necesario e importante en otorgarles a las mujeres un derecho que no debió haber sido negado, que es poder decidir, por ejemplo, cuando ha sido terriblemente vulnerada con una violación”.
TRES CAUSALES
“El aborto en tres causales, como plantea el proyecto de ley, no es cuestión de opinión, creencias o religión; es un tema de derechos y de salud pública”, afirmó el parlamentario, quien comentó que en la actualidad, Chile se encuentra entre los seis países en el mundo que penalizan la interrupción del embarazo bajo todo evento, siendo objeto durante los últimos años de diversas recomendaciones de organismos internacionales para que enfrente esta problemática.
Cabe detallar que el proyecto establece en la primera causal (peligro de la vida de la madre), que el Estado otorgará tratamiento garantizado y respetará la decisión de la mujer, mientras que en la segunda causal (feto inviable), el Estado también garantizará su derecho a elegir y recibir acompañamiento. En tanto, en la tercera causal, la violación es un acto realizado en contra de la voluntad de la mujer, por lo tanto, el proyecto le permite decidir a la mujer, sin negar nuevamente su voluntad frente a la situación.
Por tanto, reafirmó el parlamentario por La Araucanía, “este es un proyecto acotado, no es un aborto a libre albedrío, está encausado en tres temáticas precisas que a lo único que apuntan es a otorgar el derecho a decidir de la mujer”.
Por ello, el senador advirtió que “no podemos compararnos con países OCDE en temas de educación y, al mismo tiempo, con otras naciones en temas de salud pública y derechos reproductivos, cuando en nuestro país existe una deuda en esta materia”.
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