La metodología se implementa de forma pionera en esta región y propone principios como iniciar desde el interés del tutorado y respetar el ritmo individual. Fundamentos flexibles que se alinean perfectamente al currículum nacional de educación.
Desde fines del 2015, siete liceos de la zona costera de La Araucanía comenzaron a vivir una revolución educativa a través de la implementación de Redes de Tutoría, estrategia traída por Educación 2020 y el apoyo de Fundación Luksic, que propone una transformación de la relación docente-estudiante, basada en un vínculo más cercano, con foco en el interés de quien aprende y en fomentar un aprendizaje autónomo y más consciente.
Se trata de un enfoque que hoy es implementado en 14 establecimientos regionales y que busca cambiar el paradigma educativo actual, pero sin perder de vista las bases curriculares elaboradas por el Ministerio de Educación (Mineduc). Según explica Tania Leiva, jefa de proyecto de Educación 2020, esto ocurre porque dentro de la ruta de formación del tutor está contemplada la preparación del tema, donde una de las etapas claves es la vinculación curricular.
“Luego de vivir la tutoría, debo preparar mi tema. Para esto determino el área de conocimiento o desafío, posteriormente la habilidad que deseo trabajar, el curso y el objetivo de aprendizaje (OA) que da cuenta de dicha habilidad. A partir de este OA vamos viendo qué contenidos se pueden trabajar. Esto demuestra que sí es posible compatibilizar la innovación con lo dispuesto en las bases curriculares”, precisa.
Los OA se definen como los desempeños mínimos que se espera que todos los estudiantes logren en cada asignatura y en cada nivel de enseñanza, según las bases curriculares. Estos objetivos integran habilidades, contenidos y actitudes que se consideran relevantes para que los estudiantes alcancen un desarrollo armónico e integral que les permita enfrentar su futuro con mejores herramientas.
De esta forma, el OA es un factor determinante a la hora de construir la tutoría, tal como lo confirma Claudio Venegas, profesor de Matemática del Liceo Luis González Vásquez de Nueva Imperial, quien a principios de año creó “27 F”. En su vinculación curricular, este tema busca que jóvenes de segundo medio comprendan las relaciones entre potencias, raíces enésimas y logaritmos.
Según cuenta el profesor, el tema nace porque “quise fortalecer la comprensión de la utilización de logaritmos en la ciencia, pero desde una experiencia que les resulta cercana y conocida a los estudiantes, como es el terremoto del 27 de febrero de 2010. En ese tiempo, ellos eran niños, entonces es un hecho que es parte de su historia de vida y, por lo tanto, permite que aprendan mejor cuál es el uso de los logaritmos en la cotidianeidad”.
Y tal como lo esperaba cuando diseñó el tema, los resultados han sido alentadores. “Me llena de alegría ver los efectos que la tutoría ha tenido en los estudiantes. Hemos logrado que chicos que no tenían ningún interés en matemáticas hoy digan ‘profe, esto es más fácil de lo que imaginaba’”, señala.
PROGRESIÓN
Hoy 30 establecimientos del país están implementando las Redes de Tutoría, con el apoyo de Educación 2020. En este proceso, profesores y estudiantes se están formando como tutores y a la fecha ya han dado vida a más de 70 temas, los que abordan ejes curriculares como lectura, geometría, álgebra, historia, comunicación oral, probabilidad y estadística, investigación científica, investigación sobre lengua y literatura, además de competencias genéricas técnico profesionales.
Cada uno de los temas incorpora distintos niveles de aprendizaje, que se adecúan a los conocimientos que tiene el tutorado, tal como lo explica Leiva. “Hoy la forma de abordar el currículum está muy orientado a la cobertura, es decir, a pasar ciertos contenidos sin considerar muchas veces si el estudiante aprendió o no. En la tutoría, en cambio, le damos mucha importancia a la progresión, que es ir pasando a un nuevo desafío siempre y cuando se logre el primero”, afirma.
Agrega como ejemplo que “si el desafío de mi tutoría es sacar área y perímetro, y me doy cuenta que mi tutorado no sabe multiplicar y no sabe dividir, tengo que partir desde más atrás. Ahora bien, si por el contrario el estudiante tiene un alto manejo del desafío, debo ser capaz de llevarlo al siguiente nivel. De esta forma, vamos avanzando a lugares seguros en el proceso de aprendizaje”.
Actualmente cientos de profesores y estudiantes de las regiones Metropolitana, La Araucanía y Los Ríos están siendo parte de esta revolución pedagógica que propone Redes de Tutoría. Gran parte de ellos están creando nuevos temas de tutorías que apuntan principalmente a fortalecer aquellos aprendizajes que se encuentran más descendidos en los niños, niñas y jóvenes del país.
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