“Régimen de bienes compartidos” es el modo más común de hacer frente a los gastos de vida en pareja

La luz, el gas, el agua, la vivienda, la comida, son solo algunos de los gastos a los que debe hacer frente una pareja cuando optan por vivir juntos. Hay varias maneras de enfrentar estos gastos por parte de ellas. Una opción, es crear un fondo común, donde cada uno pone una parte de sus ingresos. Otra es, que cada vez sea uno quien pague todas las cuentas y haga las compras. Y la tercera opción es compartir las finanzas o, como se dice, establecer un régimen de bienes compartidos. Esta es la alternativa más común cuando se vive en pareja. Significa que todo lo que se tiene, es de ambos. No importa quién lo haya pagado o si existen muchas diferencias de sueldo entre ellos. Todo es de los dos.

Al decidir comenzar una vida en pareja, casarse, o cambiar la forma de organizar las cuentas, es importante tener ciertos aspectos en consideración. La app de finanzas personales Fintonic, proveniente de España y que aterrizó hace un año en Chile, que nos puede ayudar a elaborar presupuestos mensuales y establecer pautas de ahorro nos entrega algunos consejos:

· No tomar decisiones precipitadas

Según Erin Lowry, autor de Broke Millennial, uno de los grandes errores de las parejas es compartir una cuenta bancaria antes de tiempo. Lo mejor es ir avanzando en la relación poco a poco para que tener tiempo de conocer bien a la pareja y de analizar la situación. Es importante saber qué es la convivencia durante unos meses antes de tomar una decisión así.

Si no se está casado, puede ser útil decidir lo que compra cada uno, en lugar de dividir todos los gastos. De esta manera, si la relación no resulta en el futuro, está claro qué es lo que pertenece a quién.

· Cuidado con tener secretos financieros

El 21% de las personas de entre 25 y 35 años piensan que las deudas son el mayor motivo de la ruptura de parejas, según una encuesta realizada por la compañía financiera de préstamos estudiantiles SoFi. Por este motivo, alrededor del 5% de las personas mantienen en secreto ciertas cuestiones económicas propias. Este comportamiento puede ser perjudicial por muchas razones, partiendo de la base de que se rompe la confianza en la pareja e incluso puede provocar desequilibrios en los presupuestos anuales.

· Aclarar las cosas desde el principio

Desde el primer momento en que se decide vivir en pareja, hay que dejar claro cómo se llevarán a cabo los gastos del hogar. La idea es evaluar la situación de cada uno y sus capacidades económicas.

Consejos a la hora de compartir finanzas

1. ¿Cuenta corriente o cuenta de ahorro?

Si la pareja tiene previsto cubrir los gastos del matrimonio, un viaje, el colegio de los niños, los gastos del hogar, etc. lo mejor es que abran una cuenta de ahorro con varios titulares. Los dos podrán acceder a ese dinero y manejarlo como quieran. En dicha cuenta se puede ingresar una parte del sueldo de cada uno, que se pondrá en común para hacer frente a estos gastos.

2. ¿Quién es el titular de la cuenta?

Cuando se quieren compartir las finanzas entre la pareja pero con la condición de tener los dos el mismo poder sobre el dinero, la mejor opción es que ambos seas cotitulares de la cuenta bancaria. En el caso en que uno de los dos ya tuvieran una cuenta con un titular único, se puede añadir a la otra persona como autorizado. De esta forma, podrá realizar transferencias, ingresos y giros. Aunque no podrá pedir nuevas tarjetas ni pagar la cuenta.

3. ¿Compartir todo o solo una parte?

Esta es la pregunta que se hacen muchos, y puede ser la más operativa cuando ya se tiene una relación consolidada. Se puede compartir un porcentaje del sueldo en una cuenta común. Si se toma la decisión de compartir solo una parte del dinero de cada uno, se pueden crear hasta 3 cuentas bancarias. Dos de ellas serían individuales y una conjunta. Las cuentas individuales pueden pertenecer a bancos distintos, pero a la hora de crear una cuenta conjunta habrá que ponerse de acuerdo.

Tomar la decisión de compartir las finanzas con la pareja no siempre implica entregar todos los bienes. Pueden elegir compartir solo una parte de ellos y contar con una parte para sus necesidades o hobbies. Es muy aconsejable llevar un control de los ingresos y gastos de todas las cuentas (sobretodo las conjuntas).  Lo más recomendable es no precipitarse y si en algún momento deciden compartir los gastos, contar con un “colchón personal”, la satisfacción de comprarse algo personal no tiene precio.

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