En la última década ha existido un avance de 18 puntos en los resultados de Matemática y 16 puntos en Lectura en 4° básico; desapareció la brecha de género en Matemática y las diferencias por grupo socioeconómico se han reducido considerablemente. Pese a este importante avance educativo, hoy la tarea pendiente está en educación media.
El Seremi de Educación, Marcelo Segura, junto al Jefe de Evaluación y Orientación del Desempeño de la Agencia de Calidad de la Educación, Alejandro Hidalgo, y el Director Regional de la Superintendencia de Educación, Guillermo Vásquez, dieron a conocer hoy los Resultados Educativos 2016 correspondientes a 4º y 6º básico y a II medio, los que comprenden las pruebas de aprendizaje Simce y los Indicadores de Desarrollo Personal y Social.
En la oportunidad las autoridades destacaron los importantes avances que se produjeron en enseñanza básica, donde en 10 años, se ha aumentado 18 puntos en Matemática y Lectura en 4° básico. Además, desapareció la brecha de género en Matemática, históricamente a favor de los hombres, y se confirma una reducción de la brecha socioeconómica gracias a los 22 puntos en Matemática y 12 puntos en Lectura de los estudiantes de los sectores más vulnerables, ello debido al incrementos de 23 puntos en lectura y 26 en matemáticas en los grupos socioeconómicos más bajos.
“Estamos muy contentos con las cifras en 4to básico. En 4to básico la región de La Araucanía ha avanzado sistemáticamente y sustantivamente en lenguaje y matemáticas, 18 y 16 puntos, y esto se debe fundamentalmente a los grupos socioeconómicos bajos, es decir donde ha existido un impulso fuerte, a través fundamentalmente la Ley SEP, como política pública desde el 2006 al 2016, tiene que ver con que los niños y niñas de los sectores económicamente bajos han 23 y 26 puntos en ambas pruebas. Sin lugar a dudas es la mejor noticia que hemos tenido en 4to básico”, enfatizó el Seremi.
Sin embargo, las buenas noticias no se replican en la enseñanza media. En ese sentido, explicaron las autoridades que se requiere focalizar políticas públicas con urgencia en la enseñanza media, pues si bien existe un alza significativa en Matemática (15 ptos) en la última década, donde la brecha histórica de género a favor de los hombres se mantiene, aunque no es significativa (6 puntos), la brecha por grupos socioeconómicos se mantiene profunda (118 puntos). “Las preocupaciones están claramente en II medio y específicamente en lectura, donde la región no se ha movido. Hemos estado detenidos y donde también la brecha socioeconómica ha estado determinada porque también los sectores de los colegios del 7% más acomodado de la región de La Araucanía han tenido una baja bastante considerable, agregó la primera autoridad educacional.
La autoridad informó que en Lectura II medio existe una disminución de 1 punto en la última década, asociada principalmente a la baja en los resultados de los hombres (caen 5 puntos) y, en particular, de los estudiantes del grupo socioeconómico alto, los que han disminuido sus resultados en 14 puntos desde 2006. Si bien la brecha socioeconómica entre los grupos altos y los más desaventajados se reduce en 14 puntos, esto se explica por la caída del segmento más alto, lo cual es una mala noticia.
La buena noticia es que tanto en básica como en media tenemos un avance notable de los resultados de las mujeres en Matemática (16 puntos en la década), donde las antiguas brechas de género a favor de los hombres desaparecen. Sin embargo, la situación es distinta en Lectura, área en que la brecha a favor de las mujeres durante la última década se mantuvo en básica (12 puntos) y se profundizó en media, pasando de 9 a 15 puntos, en desmedro de los varones.
Resultados: Indicadores de Desarrollo Personal y Social
Los Indicadores de Desarrollo Personal y Social (IDPS) son un conjunto de índices que entregan información relacionada con el desarrollo personal y social de los estudiantes de un establecimiento, ampliando la concepción de calidad educativa al incluir aspectos vitales que van más allá del dominio de conocimientos curriculares.
Alejandro Hidalgo, de la Agencia de Calidad, destacó que estos “son muy relevantes para la escuela porque no solamente es el dato, sino que son elementos que la Escuela puede modificar hoy. Es decir, cuando esté recibiendo sus documentos, podría tomar una decisión inmediatamente de qué hacer con estos indicadores de desarrollo personal y social. El elemento académico es mucho más largo, la Escuela necesita plazos muchos más largos”, señaló.
En estos indicadores el principal desafío está en lograr la motivación escolar, en particular, de nuestros estudiantes hombres, y en el caso de las estudiantes mujeres, mejorar los hábitos de vida activa y mejorar su participación en educación media, pues en la medida que crecen, disminuyen su participación respecto de los estudiantes hombres, reforzaron las autoridades.
Otras de las conclusiones que se pueden desprender de estos indicadores tienen que ver con mejorar el clima de convivencia escolar en los grupos más vulnerables y mejorar la participación de nuestras alumnas en educación media, ya que comparativamente en básica declaran participar más que sus compañeros, pero decaen en el siguiente nivel educativo.
En cuanto a los resultados en el indicador Participación y formación ciudadana, en 4° básico, el 73 % de los alumnos y apoderados se declaran en un nivel alto, resultado que en 6° básico llega al 60 % y en II medio al 51 %. A pesar de los altos porcentajes de respuestas en el nivel alto del indicador, es importante señalar que existen diferencias a favor de los hombres. Trabajar en ese sentido es muy importante, pues los datos indican que, para avanzar en equidad de género, el desafío es avanzar en el sentido de pertenencia al establecimiento y en las percepciones sobre la vida democrática de los estudiantes de 4º y 6º básico y en fomentar la participación de las mujeres en II medio. Esto último es relevante pues la participación se asocia a una mejor experiencia escolar y finalmente a una mejor satisfacción con la vida, tal como nos revelaron los resultados de PISA Bienestar, presentados recientemente.
En cuanto al Clima de convivencia escolar, en los resultados de 4° y 6° básico y II medio, los porcentajes de respuestas en el nivel alto alcanzan el 39%, 44 % y 51 %, respectivamente. Se observa una asociación positiva y sistemática entre este aspecto y el grupo socioeconómico del establecimiento, lo cual indica que es necesario redoblar los esfuerzos para mejorar el clima de convivencia, en particular en establecimientos del grupo socioeconómico más bajo.
Para Autoestima académica y motivación escolar, los resultados muestran que los porcentajes en el nivel alto alcanzan en 4° básico el 51 %, en 6° básico el 39 % y en II medio el 41 %. En este indicador se observa una mayor motivación escolar entre las mujeres que entre los hombres. Ellas también presentan una mejor autoestima académica cuando son pequeñas (4º y 6º básico), pero en II medio, los hombres las superan en este aspecto.
Respecto al indicador Hábitos de vida saludable, el nivel alto alcanza el 52% en 4° básico, 37% en 6° básico y solo el 17% en II medio. Al analizar el bajo porcentaje de respuestas en el nivel alto en II medio (17 %), se observa que se debe a los malos hábitos alimenticios, sobre todo entre los hombres, y a los bajos resultados en la dimensión de vida activa entre nuestras estudiantes mujeres. Ambos constituyen importantes desafíos para mejorar los hábitos de vida saludable.
Desafíos urgentes
La situación es preocupante en la enseñanza media. Si bien en Matemática se observa una mejora en los resultados de la última década, las diferencias según grupo socioeconómico no han podido reducirse en el período. Por otro lado, lo que ocurre en Lectura es preocupante: no solo baja el promedio general en la década, sino que la reducción en la brecha socioeconómica se genera por una fuerte caída en los resultados de los grupos socioeconómicos alto y medio alto, caída que afecta con mayor fuerza a los hombres.
En este sentido, el bajo interés por la lectura y la reducida participación de los estudiantes en sus comunidades escolares son síntomas de un modelo de enseñanza y aprendizaje que debe ser revisado. “Debemos promover el uso de estrategias pedagógicas que den un mayor protagonismo a los estudiantes en su proceso de aprendizaje, fomentar el trabajo colaborativo e incorporar las nuevas tecnologías en la sala de clases”, indicaron las autoridades educacionales.
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