A propósito de las celebraciones de fin de año, una encuesta* realizada en Estados Unidos reveló que los norteamericanos se sienten justificados a comer en exceso durante el período de navidad y año nuevo. El estudio constató, por ejemplo, que el 45% de ellos está esperando que pasen las fiestas para empezar una dieta para bajar de peso; el 79% dijo que come más dulces y golosinas en estas fechas y el 40% reconoció que han comido tanto en navidad, que han necesitado soltar el botón de sus pantalones.
Aunque en Chile no tenemos este estudio, bien se podría sospechar que la realidad no es muy distinta a la de Estados Unidos -y no sólo por nuestras tristes cifras de sobrepeso y obesidad- sino porque tenemos la costumbre de celebrar cumpleaños, matrimonios, navidades y cuanta fiesta hay, alrededor de mucha comida. Así lo explica el doctor Pedro Barreda, pediatra, miembro del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife Nutrition y autor del libro éxito de ventas ¡Olvídese de las calorías! Coma sano y natural, quien nos entrega algunos consejos nutricionales para sobrevivir a las fiestas de fin de año.
¿Podemos desbandarnos en navidad y año nuevo con la alimentación sin generar consecuencias en nuestra salud?
Las fiestas en familia son eso, fiestas y el motivo es celebrar una noche de paz expresado a través de emociones, de regalos, juguetes para los niños, de reconciliación, de agradecimientos.
La comida es un agregado y no debe expresar más allá de una cena familiar. No hay limitaciones en cuanto a la calidad, sin embargo, no debemos exagerar en la cantidad.
¿Qué consecuencias podemos enfrentar a corto y largo plazo con las “comilonas”?
En lo inmediato, si cenamos y bebemos más allá de lo que estamos acostumbrados, es alta la probabilidad de sufrir problemas gástricos y pasar una mala noche. Sin embargo, si los excesos son habituales en nuestra vida, las posibilidades de adquirir una enfermedad crónica no transmisible como la diabetes u obesidad aumentan.
Una copa de un buen vino para los adultos es celebrar, más de dos es “borrachera” y confundir a los niños. Todo en su justa medida es alegría general.
¿Cuál es la justa medida?
Navidad es de los niños, son emociones que quedan para toda la vida. Son intercambios de emociones. El alcohol -salvo una copa de algo- no está invitado, la cantidad de comida es proporcional a la edad de los niños y en el caso de los adultos, coma para vivir, no viva para comer. Planifique la cena, respete los tiempos. La comida es un agregado y no un motivo.
¿Qué alimentos aconseja evitar a toda costa?
Cuidados con los alimentos crudos como carnes, huevos y mariscos, en especial en los niños embarazadas y tercera edad. La cocción es vital para esterilizarlos y evitar infecciones.
¿Qué alimentos podemos consumir con moderación?
Todos los alimentos siempre que sean en proporción y cantidad adecuada a la edad de los niños. Sugiero servir los platos a la mesa y no poner las fuentes llenas de comida, donde la tentación de repetirse la porción es grande. Planifique bien los tiempos y si sus niños son pequeños, abra los regalos a la mañana siguiente y así evitará tenerlos despiertos hasta las 12 o 1 de la mañana, donde muchas veces el humor de los pequeños no es el mejor.
¿Qué alimentos recomienda consumir sin culpa?
Todo lo que sea proteínas, grasas de buena calidad y limitar los excesos de azucares procesados.
No eche la casa por la ventana, los excesos y la falta de planificación puede hacer de una fiesta de niños en una fiesta de la comida y del alcohol.
Entonces, un menú rico, para disfrutar en familia y que sea saludable y nutritivo sería…
Una buena y larga previa con quesos, frutos secos y algo “de maldad comercial” pero variado y a gusto. Acompañado de una copa de vino o espumante brut o brut nature. Si hay bebidas o jugos que sea sin azúcar, cualquiera, pero sin azúcar.
Luego, un tradicional pavo o pollo o alguna carne, acompañados de ensaladas que incorporen aceite de oliva, palta o nueces en las ensaladas por el beneficio a la salud cardiovascular que entregan.
Para el postre, su favorito, estamos celebrando, pero una porción pequeña, no exagere.
¿Pensar en este tipo de menús es una buena opción para combatir la costumbre chilena de que comemos en exceso para todas las celebraciones?
Así es, nos hacen pensar que fiesta es sinónimo de comer libre y en excesos, pero fiesta debería ser sinónimo de estar juntos y compartir. Comer es una necesidad, hágalo saludable y placentero, no es comer lechuga y espinaca, ese ha sido el error, es mucho más que eso.
*Encuesta realizada por OnePoll para Herbalife Nutrition con una muestra de 2,000 adultos estadounidenses en octubre de 2018
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