Doscientos cincuenta colegios de Arica a Punta Arenas serán evaluados entre el 20 de agosto y el 7 de septiembre de este año y el Instituto tendrá en sus manos la responsabilidad de aplicar la séptima versión de PISA.
El Instituto de Informática Educativa (IIE) de la Universidad de La Frontera, será la entidad encargada de aplicar en Chile la versión 2018 del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes PISA.
Se trata de un importante estudio creado por la OCDE en el año 2000 y que busca medir qué tan preparados están los estudiantes de 15 años para desenvolverse de manera óptima en la sociedad, a través de evaluaciones en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias naturales. Doscientos cincuenta colegios de Arica a Punta Arenas serán sometidos a la evaluación.
Este año participan alrededor de 82 países los cuales podrán aprovechar los resultados para comparar y revisar el avance de sus políticas de educación y en base a esto, proponer ajustes o diseñar nuevas acciones. En Chile, la responsable de la prueba es la Agencia de Calidad de la Educación, quien adjudicó su aplicación al Instituto.
En total, serán 3 semanas de aplicación en distintos establecimientos educacionales del país, donde jóvenes nacidos ente mayo de 2002 y abril de 2003 deberán rendir la prueba. Las primeras dos semanas será para la aplicación regular y una tercera para realizar las aplicaciones complementarias a los estudiantes que no hayan podido asistir la primera vez.
“Fuimos parte de una licitación a nivel nacional y nuestra experiencia previa fue el aval que nos permitió acceder a este nuevo desafío. Es una prueba que trae consecuencias para le educación a nivel global, por eso es tan importante. Este año, Chile la aplicará y en 2019 tendremos los resultados”, explica del director del Instituto de Informática Educativa (IIE) de la UFRO, Dr. Enrique Hinostroza.
Asimismo, el desafío que implica para el Instituto no es menor. Requiere de altos estándares de operación y seguimiento, y en esa línea el IIE ha demostrado con creces sus capacidades, las que fueron puestas a prueba con la aplicación de la prueba SIMCE en el sur de Chile, la Evaluación Nacional Diagnóstica para la Formación Inicial Docente en todo el país y la prueba internacional de competencias digitales ICILS.
APLICACIÓN
No solo estudiantes de establecimientos científico-humanistas están considerados, la educación técnica también se suma, ya que el objetivo es medir las capacidades de todos los jóvenes con 15 años. Todos deben o deberían tener los mismos conocimientos.
“La evaluación se aplica a una muestra representativa nacional de estudiantes, lo cual permite conocer el estado del sistema educacional de Chile en su conjunto. A diferencia del SIMCE donde se evalúa a cada estudiante de cada establecimiento, acá el resultado es a nivel nacional. Serán en total unos diez mil estudiantes evaluados y se considera la participación de los apoderados, docentes y directores quienes responderán cuestionarios que contienen varias secciones”, señala el directivo.
La totalidad de PISA será efectuada frente a un computador. Viene en un software que está cargado en un dispositivo extraíble que se conecta a los computadores en las escuelas para que los estudiantes respondan el set de preguntas de manera cien por ciento digital. Para asegurar el éxito de la aplicación, se ha conformado un equipo de cerca de 300 profesionales distribuidos de Arica a Punta Arenas quienes serán los responsables de aplicar la evaluación en cada establecimiento.
PISA busca hacer análisis más sistémicos de los factores que influyen en los resultados educacionales. A partir de los resultados la OCDE genera un conjunto de publicaciones analizando los resultados para identificar relaciones entre los aprendizajes y hábitos de estudio, características de los docentes, los establecimientos educacionales, entre otras variables.
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