Lo que todo apoderado debe saber

Carlos Guajardo fotoCarlos Guajardo

Docente de la Facultad de Educación de la U.Central

Hace algunos días, los medios de comunicación dieron a conocer una noticia, donde la dirección de un establecimiento educacional decidió llamar a carabineros para controlar a un niño de siete años de edad que había derribado parte del mobiliario de la sala de clases, esto a consecuencia de una acción que se le pidió y no quiso obedecer. Lo anterior, conllevó a que su apoderado se hiciera presente en el establecimiento para corroborar la situación, encontrándose para su sorpresa, con la policía en el lugar. La pregunta que todos nos hacemos ¿Se justifica la presencia de carabineros en una situación como esta?

Lo primero a tener en cuenta, es que cada establecimiento posee un equipo de profesionales adecuados (directivos, docentes, profesionales, paradocentes) preparados para la resolución de aquellos conflictos que suelen presentarse al interior del colegio. A su vez, debe brindarse un acompañamiento hacia los profesores/as, por medio de capacitaciones que les entreguen las herramientas para enfrentar las problemáticas que escapan de la labor pedagógica como tal. Al respecto, es fundamental que el mismo docente cuente con el apoyo de los demás especialistas: psicólogos, educadores diferenciales, encargados de convivencia escolar, entre otros. En el espacio educativo, cobra vital importancia el trabajo colaborativo que desarrollan los especialistas frente a los actos disruptivos de los estudiantes, ya que es complejo que solo el profesor/a pueda hacerse cargo de estas situaciones, así también, será de gran ayuda el contacto e involucramiento permanente entre los apoderados; pieza clave para la formación holística de un alumno/a.

Son los apoderados los que cumplen un rol fundamental en la formación educativa de sus hijos/as. Por ejemplo, a inicio de año académico se hace entrega del reglamento de convivencia escolar, dicho documento es el que establece las directrices para la pacífica relación entre los distintos miembros de la comunidad escolar. Es en este texto donde se especifican los conductos a seguir, cada vez que exista una problemática que altere el orden del establecimiento educacional. Por otra parte, es la dirección del colegio quien debe designar a un profesional idóneo que asuma la labor de coordinar el área de “convivencia escolar” de la escuela.

Un establecimiento educativo que cuente con una coordinación de convivencia escolar dedicada, podrá prevenir una serie de situaciones abordables desde los profesionales y no profesionales de la educación que se ubican en cada contexto escolar de nuestro país. No olvidemos, que esto no podrá tener sentido alguno, si no se trabaja mancomunadamente con los respectivos padres y apoderados.

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