Presidente ONG Ranita de Darwin
Un bosque nativo maduro es un bosque antiguo, complejo, muchas veces con escasa intervención humana.
Este tipo de ambiente se puede encontrar en la cuenca de Tinquilco. Lamentablemente, estos paraísos se han convertido en una piedra preciosa del mundo natural: maravillosos, pero extremadamente escasos.
Este país se ha caracterizado por una larga tradición de incentivo estatal al reemplazo de estos ambientes prístinos por paisajes mucho menos diversos, dominados por la agricultura, la ganadería y las plantaciones forestales de árboles exóticos como el pino y el eucaliptus. El bosque nativo de Chile es el hogar de especies únicas, como la ranita de Darwin.
Este es el único anfibio en el mundo donde el macho cría a sus renacuajos dentro del saco vocal, hasta que estos se transforman en pequeñas ranitas que poblaran nuevamente el bosque.
Estudios científicos han permitido detallar como esta especie necesita los bosques nativos maduros para desarrollarse en total plenitud; este ambiente es su hogar predilecto. Creemos firmemente que ha llegado la hora de que Chile elija el desarrollo sustentable, donde se equilibre el tan necesario desarrollo económico con la protección de nuestra biodiversidad. De esta forma todos ganaremos; los bosques nativos maduros no solo protegen a la ranita de Darwin, si no que también nos entregan agua pura, mitigan el cambio climático, fomentan el turismo y, por último, pero no menos importante, nos maravillan.
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