A las actividades asistieron representantes de 24 cooperativas agrícolas de todo Chile, con el propósito de identificar sus necesidades de apoyo y a partir de ellas, diseñar un programa que las recoja, se ajuste a sus requerimientos y les permita mejorar su gestión para ser competitivas en el mercado.
Santiago, 11 de diciembre 2019.- Con el objetivo de identificar los problemas, limitaciones y debilidades, que enfrentan las cooperativas agrícolas a nivel nacional, la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) realizó una serie de talleres en las regiones de Coquimbo, O’Higgins y La Araucanía.
Estas actividades buscaron ordenar los requerimientos -y en conjunto- señalar las alternativas de solución, apoyo y herramientas innovadoras que necesitan las cooperativas para mejorar su gestión, para lograr mantenerse y ser competitivas en los mercados.
En total a los talleres, asistieron 24 cooperativas desde la región de Tarapacá hasta Los Lagos.
Hasta ahora, FIA junto a la Subsecretaria de Economía y Empresas de Menor Tamaño a través de la División de Asociatividad y Economía Social, llevaban a cabo un programa de fortalecimiento de la innovación en la gestión empresarial y social de las cooperativas, sin embargo y en el marco del proceso de modernización que está llevando la institución, se está redefiniendo este programa utilizando metodologías de innovación para el rediseño de servicios, donde el usuario es el centro de la gestión.
“Como Fundación hemos entendido que hay que fortalecer los procesos de innovación para lograr una mayor competitividad en el sector silvoagroalimentario, en el caso de las cooperativas somos parte estratégica del Plan de Asociatividad del Minagri ‘Más Unidos’ y es por eso que estamos rediseñando nuestro programa, con el propósito de fortalecerlo y articularlo con una oferta mayor de apoyo a este tipo de usuario, y estos talleres son fundamentales para escuchar de ellos mismos, cuáles son sus mayores problemáticas”, señaló el director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre.
“La innovación es clave para enfrentar los desafíos, en este caso la asociatividad se convierte en un encadenamiento virtuoso que busca agregar valor a todos los involucrados y es que las alianzas productivas son la clave para que los productores más pequeños tengan mayores oportunidades de crecimiento”, agregó el director de FIA.
La unión hace la fuerza
Carolina Alvarado es ingeniero agrónomo y de alguna manera ella y su familia han estado ligados a la producción vitivinícola y casi naturalmente llegaron a la producción artesanal de vinos. Es así como luego de algún tiempo se reunieron con otras pymes y decidieron formar la Cooperativa vitivinícola Marga Marga, con el fin de trabajar en conjunto desde la dinámica de producción hasta el proceso de comercialización.
“Decidimos cooperarnos porque tenemos una filosofía de trabajo muy colectiva y siempre pensamos que la unión hacía la fuerza y cuando se generó la oportunidad de formalizar la cooperativa, nosotros pensamos que cumplíamos con los principios del cooperativismo y en eso fuimos sumamente consecuentes y supimos que esa era la forma para que los productores agroecológicos saliéramos adelante”, señala Carolina.
Agrega que actualmente están en proceso de desarrollo de la cooperativa que comenzaron hace tres años, junto a seis familias de la región de Valparaíso. “La asociatividad es una forma de poder obtener valor agregado, una variable social que siempre había estado muy de la mano de nuestras formas de producir, pero que ahora nos permitía organizarnos, administrarnos y permitir también que cada uno de los procesos tuvieran una mirada social, respecto a lo que estábamos produciendo”.
“Esta invitación a los talleres fue muy oportuna, creemos que la asociatividad tiene desafíos conjuntos, cómo generar más herramientas de fomento y apoyo. Por lo tanto, generar instancias como estas donde la parte directiva de esta institución está escuchándonos junto a otras cooperativas, hace que vayamos aunando esfuerzos y priorizando nuestras necesidades de tal manera de ir avanzando todos juntos y siendo parte de esta construcción”, manifestó la representante de la Cooperativa vitivinícola Marga Marga.
En tanto para el presidente del consejo de administración de Coopeumo –cooperativa de larga trayectoria en la región de O’Higgins– Rolando Escobar el único camino que tiene el pequeño agricultor para salir adelante es cooperarse “asociándonos podemos lograr producir en más volúmenes y alimentos que sean inocuos. Ese ha sido nuestro foco y es que asociativamente es la única forma de lograrlo. Nosotros tenemos una planta gratuita de asistencia técnica para todos nuestros cooperados, por lo que todos producimos de una manera transversal con estándares de calidad”, indicó.
En este sentido, “apelamos a que haya una continuidad al apoyo de las políticas públicas, porque día a día estamos luchando por nuestros campesinos y mejorar su calidad de vida. Y en este tipo de instancia siempre se puede sacar algo positivo, en este caso es un taller hecho por FIA con consultores internacionales que ya conocemos como Agriterra, por lo que estamos esperanzados de poder lograr algo más”.
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