De acuerdo a un estudio de Asprocer, los chilenos pueden llegar a comer carne entre 3 a 4 veces por semana, sin embargo pocos saben los aportes que entrega este producto al organismo.
Si hablamos de consumo de carne, Chile es unos de los países líderes. De acuerdo a cifras de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), el consumo de carne total en el país durante 2018 fue de 84,3 kilos por persona.
Sin embargo, a pesar del gusto por este alimento, los chilenos saben muy poco de él. Así lo evidenció el estudio “Aprendizajes de la carne de cerdo”, realizado por la Asociación Gremial de Productores de Carne de Cerdo en Chile (Asprocer), que arrojó que el 61% de los encuestados no sabe lo que significa el concepto extra magro, clave para saber elegir un producto más saludable.
Para que una carne sea extra magra debe cumplir con los siguientes requisitos por 100 gramos de carne y por porción de consumo: un contenido total de grasa de un máximo de 5 gramos , 2 gramos de grasa saturada y un máximo de 95 miligramos de colesterol. Cualidades recientemente estudiadas en carnes de cerdo de acuerdo a un análisis realizado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA) que reveló que existen 5 cortes extra magros de esta carne, que son: filete, lomo centro, posta rosada, posta negra y cubitos de cerdo de pulpa pierna.
“Llama la atención que las personas no sean conscientes de lo que están ingiriendo. El estudio nos mostró que el 45% de los encuestados declara comer carne entre 3 a 4 veces por semana, sin embargo, no saben cuál es más saludable. Existen pocos cortes con características de extra magro, por eso es importante aprovecharlos”, explica el presidente ejecutivo de Asprocer, Juan Carlos Domínguez.
La nutricionista, Paula Camus, especialista en alimentación y dietética clínica, explica que “el hecho que un corte sea extra magro significa que son saludables, llegando a convertirse en una de las carnes de consumo más sanas y que deben predominar dentro de una dieta equilibrada, aportando nutrientes que contribuyen en un buen mantenimiento de la salud”.
Otro de los hallazgos que reveló este estudio es que las personas tampoco saben qué es el complejo vitamínico B. El 53% de los hombres admitió no tener conocimiento alguno sobre este tema, mientras que las mujeres, el 58%, comenta tener una idea de los aportes que esto tiene para el organismo. Sobre este mismo ítem, y de acuerdo a los grupos socioeconómicos que se estudiaron, en los que están ABC1, C2, C3 y D, los que menos conocimiento tienen son quienes forman parte el estrato social D, seguidos por el C3.
Mitos sobre el consumo de carne de cerdo
Al detallar un poco más la investigación, sobre qué tanto saben los chilenos sobre la carne de cerdo, se descubrió que la percepción del consumo de este tipo de carne en los chilenos es: Que es alta en grasas, aporta mucho colesterol, puede provocar dolores estomacales, son algunos de los mitos que rodean su consumo.
¿A qué se debe lo anterior? De acuerdo a Juan Carlos Domínguez, no es más que desinformación. Por ejemplo, el estudio señaló que el 25% de las personas cree que la carne de cerdo es una carne blanca, cuando en realidad es roja, y un 50% sólo conoce entre 1 y 3 cortes de cerdo, que por lo general son los cortes usados para la parrilla.
Además, el 42% de los encuestados no tiene idea los aportes vitamínicos que contiene, que corresponden al complejo vitamínico B. Al respecto la experta en nutrición Paula Camus explica que “el complejo vitamínico B entrega aportes esenciales al organismo, tanto para su crecimiento como para su desarrollo. También ayuda en la reparación del sistema nervioso y degradación de colesterol junto con la formación de anticuerpos”.
Por último, el estudio arrojó que el 74% de los encuestados cree que esta carne tiene un mayor contenido de grasas que otros cortes, cuando el INTA reveló la existencia de 5 cortes extra magros de carne de cerdo, antes mencionados.
“Efectivamente el cerdo es una excelente fuente de proteínas, y estos cortes extra magros son totalmente recomendados para incorporar en la planificación semanal de las familias, ya sea en la alimentación de los niños o como alternativa al pollo, pavo o vacuno de adolescentes y adultos”, finaliza la nutricionista.
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