El simple trámite de ir a cancelar una cuenta a la tienda Sodimac Homecenter en la comuna de Angol, se transformó en una pesadilla para una mujer de 76 años, quien mientras salía de la tienda sufrió graves fracturas de sus muñecas, fémur y rodilla izquierda, al ser embestida por la puerta de este Centro Comercial.
La historia comenzó el 30 de julio, cuando Cocete Vergara Muñoz, quien caminaba con un bastón (debido a una artrosis en su rodilla derecha), decidió ir a pagar una cuenta pendiente al local comercial citado. Luego de finalizar su trámite y mientras salía del local, la puerta mecánica se cerró mientras ella pasaba, desestabilizándola y haciendo caer en el piso de cemento. Esto provocó graves fracturas, que en su momento fueron estabilizadas y operadas de urgencia en el hospital Dr. Mauricio Heyermann de Angol.
En esta unidad estuvo 1 mes, donde contrajo una infección hospitalaria, momento en el cual la familia decide trasladarla a la Clínica Alemana de Temuco, recinto donde aún permanece hospitalizada, luego de 6 operaciones adicionales y un tratamiento intenso a cargo del Dr. Claudio Merino Alvarez. Se trata de 5 meses postrada, desde el día del accidente, donde no puede moverse ni siquiera para ir al baño.
El proceso ha sido difícil, pues Cocete Vergara, profesora jubilada con un sueldo de $208.000, ha tenido que sortear una depresión reactiva producto del accidente, varios tratamientos que la han tenido en estado complejo, incluso en la UCI de la Clínica Alemana. Luego de varios meses y análisis médicos, el pasado viernes 29 de noviembre una junta de traumatólogos entrega un diagnóstico muy desfavorable, pues se analiza la posibilidad de amputación de su pierna y se informa que la mujer quedará postrada por el resto de su vida, sujeta a una silla de ruedas.
Desde el punto de vista anímico, si bien hay un soporte importante de su familia, Cocete Vergara no lograr asumir su nueva condición de minusválida, pues quedará limitada a deambular en silla de ruedas, se mantendrá dependiente de terceros para sus actividades diarias y con necesidad de apoyo especializado, tanto kinésico como de TENS por el resto de su vida. A esto se suma que su esposo de 83 años, con quien vivía y hacia una vida normal antes del accidente, producto de la tragedia que enfrentan como núcleo familiar, está siendo sometido a un tratamiento médico por una parálisis facial activada por la situación de su esposa con quien tiene 55 años de casado y nunca habían estado separados por tantos meses.
Durante este tiempo ningún ejecutivo de Sodimac ha tomado contacto con la familia, pero han respondido con algunos soportes. No obstante, hace 2 semanas quitaron la ayuda económica para cancelar las TENS que cuidaban a Cocete Vergara las 24 hrs del día. Sobre todo en momentos de cambio de pañales, atención personal (peinar, lavar los dientes, ayudar en el momento de las comidas, entre otros), dado que la mujer aún no puede usar sus muñecas. Además, Sodimac ha respaldado económicamente el tiempo de hospitalización en clínica, un tema que también quieren anular, aun habiendo dicho a los medios locales que se harían cargo de apoya a la mujer en todo su proceso. Terminar el apoyo en estos momentos es sumamente riesgoso, dado que Cocete necesita terminar su tratamiento para volver a casa con habilidades mínimas de manejo.
En el ámbito legal, la familia interpuso una denuncia por cuasidelito de lesiones en la Policía de Investigaciones de Angol el mismo día del accidente, un proceso que ha andado muy lento por parte de Fiscalía y que necesita agilizarse, dado el estado de Cocete Vergara. La policía de investigaciones hizo un peritaje de las puertas, que no es muy positivo para la empresa, que se encuentra en manos de la fiscalía hace una semana y cuya información la maneja el abogado de la familia Luis Chamorro. Paralelamente se gestiona una querella civil por daño moral.
En este contexto, la familia de Cocete Vergara clama por justicia. Hoy chile enfrenta un proceso social IMPORTANTE, donde se pide equidad y respeto por los otros, pero vemos como una gran empresa trata de presionar a la familia y no quiere hacerse responsable del daño causado a una mujer trabajadora, alegre, viajera y que desde hace 5 meses permanece postrada sin posibilidad de volver a caminar.
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