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Tener una alimentación saludable permite que nuestro organismo funcione adecuadamente, pues cubre nuestras necesidades fisiológicas básicas, pero también reduce el riesgo de padecer enfermedades a corto y largo plazo.
Una alimentación saludable protege de enfermedades neurodegenerativas
Según la OMS, existen más de 100 tipos de enfermedades neurodegenerativas que afectan al sistema nervioso y provocan desgaste progresivo de neuronas en algunas áreas del cerebro.
Aunque no hay cura para estas enfermedades, de acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Guadalajara, México, una dieta sana ayuda a generar resistencia y protección a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y Parkinson.
La doctora Mónica Navarro, académica de la universidad y especialista en Ciencias Biomédicas mencionó que, existe cierta evidencia científica que sostiene que algunos tipos de nutrientes tienen un efecto protector para este tipo de enfermedades.
Según datos proporcionados por GUIADESUPLEMENTOS, los nutrientes que generan protección hacia la neurodegeneración son los antioxidantes, la vitamina C, A y E, ácido fólico, el omega 3. Estos nutrientes tienen un efecto protector en el organismo, ya que protegen las células del efecto dañino de los radicales libres, moléculas responsables de alterar los sistemas biológicos provocando la aparición de ciertas enfermedades.
Además se ha demostrado que una alimentación saludable permite que el tratamiento farmacológico de los pacientes con enfermedades neurodegenerativas sea más eficiente, y también mejora su calidad de vida. Por su parte, estos consejos también sirven para quienes no la padecen, ya que contribuye de igual forma a potenciar el proceso cognitivo.
Alimentos recomendados en enfermedades neuronales
Los alimentos que contienen sustancias beneficiosas a nivel neuronal pertenecen a casi todos los grupos de alimentos. Los cereales tales como el arroz, maíz, trigo, avena, cebada, quinoa, semillas de lino, espelta, farro, entre otros. También los aceites de semillas, los frutos secos y las hortalizas.
Por otro lado, las carnes consideradas magras como el pollo, la pechuga de pavo, la ternera o el conejo. El pescado, ya que aporta una importante cantidad de vitaminas liposolubles como las vitaminas A, D y E. Los productos lácteos como la leche, el yogurt, el queso, el kéfir. La levadura de cerveza.
Las verduras de hoja verde como espinacas, lechugas, berros, col, coles de bruselas, entre otros. el pigmento verde tiene un potente efecto alcalinizante y dentro del organismo nos ayuda a depurar y oxigenar la sangre.
La especialista explica que es importante llevar un estilo de vida saludable que incluya el consumo razonables de estos alimentos. Asimismo, evitar el consumo de alimentos procesados industrialmente, pues aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares por su alto contenido de añadidos, como grasas saturadas, las cuales aumentan el colesterol malo (LDL) y bajan el colesterol bueno (HDL).
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