Año Escolar 2020: Ideas para una nutrición balanceada

HummusComenzó un nuevo año escolar y según datos del Mapa Nutricional 2019 entregado por el Ministerio de Desarrollo Social hace unos días, el 60% de los niños en 5° Básico tiene sobrepeso. En prekínder, kínder y 1° Básico, también los índices superan el 50%. Ante estas cifras, el tema de una adecuada alimentación para nuestros hijos debería ser prioridad, en especial con el regreso a clases donde los padres perdemos la posibilidad de supervisar lo que comen los niños.

¿Qué podemos hacer para promover una alimentación saludable en nuestras familias? Seleccionar alimentos nutritivos; incentivarnos a disfrutar de la comida casera o ser creativos en las colaciones que les enviamos a los niños, resultan un desafío diario. Susan Bowerman, Magister en Ciencias de los Alimentos y Nutrición y Directora de Educación y Capacitación en Nutrición Mundial de Herbalife Nutrition, comparte algunos consejos:

1. Prepara comidas caseras saludables para compartir en familia e involucra a los niños en la compra y preparación de los alimentos. Evita comprar comidas preparadas o comer fuera de casa. “La unión familiar durante los horarios de comidas inculca valores en los niños relacionados con una alimentación saludable, que ellos llevarán consigo a donde quiera que vayan”.

2. Incorpora alimentos nutritivos en el menú de la casa. Hay algunos que deberíamos motivar a los niños a consumir y que a la mayoría les gustan como el atún o los famosos smoothies.

A muchos niños no les gusta el pescado, pero sí comen atún en ensaladas, con mayonesa o croquetas. Al igual que todos los pescados, el atún es una estupenda fuente de ácidos grasos omega 3 y es rico en proteínas. Intenta mezclar el atún enlatado con palta molida en lugar de mayonesa para así obtener una mezcla más saludable y sírvela con galletas integrales; a los niños les encanta hacerse sus propios sándwiches con galletas y pasta de atún con palta.

Muchos niños no consumen la cantidad de calcio recomendada y otros no comen suficiente fruta, por lo que los batidos de fruta o smoothies pueden ayudar a cubrir estas necesidades. Son fáciles y rápidos de preparar y son fantásticos cuando no tenemos mucho tiempo. A los niños les fascina prepararlos. Solo debes poner en una juguera leche baja en grasa y tu fruta favorita (fresca o congelada). Puedes jugar con los niños a probar distintas mezclas de frutas y sabores.

Si bien las legumbres no son las favoritas de muchos menores, son una buena fuente de hierro y fibra. Prueba haciéndolas crema para los que nos les gusta el hollejo (licuar y colar); incorpora porotos negros en los tacos o prepara un delicioso hummus (crema de puré de garbanzos) para untar verduras crudas o galletitas integrales.

3. Anima a tus niños a consumir agua. En esta época está de moda llevar una botella de agua, así que asegúrate de que tus niños la usen en el colegio y cuando estén fuera de casa.

4. Sé creativa y variada a la hora de las colaciones para el colegio. En la medida que los niños tengan snacks atractivos a la mano, se verán menos tentados de “intercambiarlas” con compañeros o -los que puedan- acceder a comprar chatarra. No pueden faltar los lácteos (trozos de queso, leche o yogur), frutas o un sándwich de pan integral.

También puedes probar con frutos secos. En lugar de papas fritas para satisfacer su antojo de algo crujiente y salado. Las almendras, nueces o pistachos brindan grasas beneficiosas, proteínas y minerales como zinc y magnesio. Son ideales para enviar cuando estás muy apurada.

Los niños y las verduras a menudo no se llevan bien; no obstante, las zanahorias crudas, dulces y crujientes son una excepción. Son ricas en betacaroteno que contribuye a mantener saludables la piel y la vista y también son una buena fuente de fibra. Es divertido comerlas solas o con un aderezo sin grasa o con guacamole, además puedes enviarlas cómodamente para los recreos.

Un infaltable, puede ser la tradicional avena. Son ricas en fibra y vitaminas B. Puedes agregarla al yogur o -prueba preparándola con leche descremada o leche de soya en lugar de agua para así aumentar el calcio y las proteínas. Después endúlzala ligeramente e incorpora fruta en cubitos como arándanos, frutillas, plátanos o manzanas.

Finalmente, si a tu hijo no le gustan mucho las frutas, intenta con las frutillas porque saben muy bien. Contienen vitamina C, potasio y fibra. Cuando no tengas frescas, utiliza congeladas en batidos (smoothies) o mézclalas con yogurt. ¡Quedan las últimas semanas para hacerte de un stock de ricas frutas congeladas para aprovechar durante el invierno!

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.