El presidente del Consejo para la Transparencia (CPLT), Jorge Jaraquemada, insistió en acelerar la aprobación del proyecto de ley que moderniza la regulación de de protección de datos personales, ante un período de propaganda cuyos protagonistas serán las redes sociales y la mensajería instantánea.
A partir del inicio oficial del período de propaganda electoral de cara al Plebiscito 2020, que permitirá definir si se quiere o no una constitución diversa a la vigente, el Consejo para la Transparencia enfatizó un mensaje centrado en la urgencia de contar con un marco regulatorio adecuado en materia de protección y tratamiento de datos personales en un escenario electoral que tendrá como especiales protagonistas a las redes sociales y otras plataformas digitales, por lo que se requiere tener en cuenta que “los datos recolectados pueden ser utilizados para influir nuestras decisiones, tanto las del diario vivir, como las políticas”.
Lo anterior, a juicio del presidente de la entidad, Jorge Jaraquemada, “supone grandes desafíos para la sociedad en general” derivados del tratamiento de información personal, preferencias e incluso temores de los ciudadanos, los que permiten generar mensajes que buscan incidir en decisiones propias de la vida diaria y que pueden eventualmente ser usados con fines electorales.
En este sentido destacó los vacíos regulatorios que derivan de una Ley de Protección de Datos Personales vigente en nuestro país que data de 1999 -previo incluso a la masificación de Internet-, lo que exige apresurar el paso en términos del perfeccionamiento y actualización de la normativa. Lo anterior dado que el uso inescrupuloso de gran cantidad de información de los electores podría permitir el diseño y difusión de mensajes diseñados a medida, con altos grados de personalización y que persiguen una determinada respuesta por parte del destinatario. Esto para Jaraquemada “puede representar un riesgo si es utilizada de manera inescrupulosa”. “Por de pronto, puede constituir un riesgo para la democracia, toda vez que los equipos de campañas electorales pueden manipular la información que obtienen de esos datos y que hoy tiene una profundidad, exactitud y variedad de fuentes de información nunca antes vista en la historia”, agregó.
A partir de un perfil digital duradero -creado a partir de datos como ingresos, hábitos de compra, perfiles en redes sociales, empleo, preferencias, opiniones y otros- se puede conocer a las personas mejor que lo que ellas mismas se conocen: “mal utilizados, los datos personales se pueden transformar en una herramienta efectiva para socavar nuestro derecho a la autodeterminación y afectar nuestra libertad de decisión política para votar por uno u otro candidato”, espetó el titular de Transparencia.
Ante ello el presidente del Consejo insistió en la necesidad de que la nueva normativa -en trámite actualmente en el Senado- permita “garantizar el derecho fundamental a que exista protección de la vida privada”. Asimismo, enfatizó en las “repercusiones que puede suscitar la falta de regulación en nuestro sistema político y electoral, pues entendemos que la democracia no se limita sólo al período de elecciones”. En este sentido comentó que “Las personas basan sus decisiones y participación democrática en la información de la que disponen y si dicha información es deliberadamente manipulada a través del uso indebido de sus datos personales, sus decisiones posteriores podrían no ser genuinas”.
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