Duelo en tiempos de Covid-19

MARIA BELEN VASQUEZ Por Mg. María Belén Vásquez

Psicóloga y académica U. Autónoma de Chile

Más de 4 mil personas han fallecido en nuestro país debido a la presencia del coronavirus y resulta muy difícil situarse en el dolor de las familias, profesionales y personas que conviven con esta realidad.

El proceso de vivir un duelo es tan normal como llorar cuando te lastimas, dormir cuando estas cansado y es la manera natural de expresar cuando tenemos nuestro corazón roto lastimado por una tristeza. En estos momentos de pandemia para algunos es triste saber que no podrán ver a esa persona que amas, que no podrán despedirse ni decirle en persona cuánto lo quiso, es como si quedara un vacío en el final de la vida.

Cuando las personas pueden construir un ritual o simplemente despedirse, el proceso de duelo se hace más adaptativo; no significa que no exista dolor, sino que es posible resignificarlos y continuar viviendo con él.  Es importante entender que el duelo al ser un proceso tiene una continuidad. Se pasará por la profunda tristeza, desconexión emocional durante las primeras semanas y emociones como rabia, miedo podrían estar presentes. Alguna sensación de decaimiento, falta de energía, llanto, dificultad para dormir, opresión en el pecho o garganta entre otros podrían ser sensaciones físicas también podrían estar presentes.

Hoy el estrés de no poder visitar y tomar la mano de esa persona que sabes que está sufriendo; no poder saber su situación de fallecimiento y por sobre todo no entregar un ritual y despedida son las dificultades que se presentan en este escenario actual, situaciones que podrían profundizar las sensaciones antes descritas.

El proceso de cierre de todo duelo es fundamental para una elaboración óptima ya que puede resignificar la partida de esa persona con un componente de alivio, de finalidad que hará más llevadero el proceso de la perdida.

Para el proceso de duelo es importante el acompañamiento, el saber que hay otro que nos escucha y nos contiene y hoy existen diversos grupos que pueden ayudarnos en este aspecto, a visualizar sus recursos personales para afrontar de mejor manera el duelo y las emociones que surgen con la perdida.

Este recurso que hoy en día esta muy accesible será de gran ayuda, quizás no en el momento actual, sino cuando esto haya pasado, ya que ahí es cuando realmente estaremos enfrentando el duelo, cuando para nadie sea importante, sino que lo será solamente para quienes estarán ocupados de su dolor y sufrimiento.

Lo importante no es quedarnos con la sensación de que no estuvimos, sino con la tranquilidad que esa persona seguirá viva en nuestro recuerdo y que podemos darle un sentido de presencia de las formas que creamos que nos ayuden a generar un ritual de cierre y esperanza.  Esto no termina, el amor y el recuerdo siguen vivos.

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