Familias de Acogida entregan estabilidad, cariño y formación de buenos hábitos

Campaña “Súmate a las Familias de Acogida” espera sensibilizar a que más voluntarios se unan al programa para dar respuesta a niños en lista de espera.

Zulema y su esposo Juan están volviendo a criar. Ella de 57 y su marido de 62 años vivían solos, cuando se hicieron cargo de una niña que hoy ya tiene 4 años. “Mis hijos están grandes, ya se fueron de la casa y han hecho sus vidas y en eso estábamos, solitos, cuando un vecino nos pidió hacernos cargo de su hija”, cuenta y agrega que a la niña la conocía desde su nacimiento. “La recibí todavía con pañales, porque su papá no tenía dónde dejarla, entonces habló con nosotros y con mi esposo fuimos a la audiencia para que el tribunal nos entregara su custodia”, cuenta Zulema, quien dice que ha sido una experiencia bonita, pues su hogar se volvió a llenar de alegría, de risas.

Zulema y Juan son parte del Programa FAE Familias de Acogida “El Hualle”, de Angol, que trabaja con niños, niñas y adolescentes vulnerados en sus derechos y que son separados de su familia de origen para una intervención reparatoria, la que se da gracias al trabajo y solidaridad de una familia acompañada por un equipo de profesionales.

Cuenta que su motivación al ver a la pequeña fue llenarla de amor. “Llegó muy chiquitita, yo le cantaba, la hacía dormir, la acariciaba”. Y así, sin pensarlo mucho, estaba criando de nuevo. “Quisimos aportar con un granito de arena con su papá porque él estaba desesperado, no podía cuidarla porque debía trabajar y no quería perderla…que se la llevaran a un hogar”, recuerda Zulema, quien en todo momento contó con el apoyo de su marido.

El “viejo”, como cariñosamente le llama, todavía sale a trabajar mientras ella cuida el huerto de arándanos y se preocupa de los quehaceres de la casa. Una vida tranquila en el campo en la Provincia de Malleco y con un corazón infinito que los hace doblemente solidarios. Sí, porque pasado un tiempo, el Programa FAE les solicitó recibir a una hermanita mayor que había pasado ya por dos familias cuidadoras.

“Ella llegó hace un año, nos pidieron recibirla para que estuviera junto a su hermanita y así no sentirse solitas…dije, nos bueno…nos las arreglaremos…no tuve corazón para que se la llevaran a un hogar”, dice noblemente Zulema, quien explica que la mamá de las niñas no ha podido hacerse cargo.

“Lo más difícil ha sido el cambio de vida, tenían otro modo de enseñanza y yo he tenido que enseñarles modales, hábitos, y ellas entienden muy bien y ya están encaminadas a mi manera”. Y aunque sabe que un tiempo más deberá devolverlas, pues el programa está apoyando al padre de ellas para que pueda hacerse cargo, hoy disfruta a plenitud este tiempo de crianza como familia de acogida.

Quienes quieran conocer más antecedentes de cómo transformarse en una “Familia de Acogida” pueden escribir a [email protected] o al WhathsApp +56 982289851

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