El doctor Pedro Barreda explica cómo una alimentación deficiente puede ser la puerta de entrada para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles. Por ello, nos explica cómo mantener una alimentación saludable y nos presenta a los suplementos alimenticios como complementos que nos pueden ayudar a alcanzarla.
Las consecuencias de una mala alimentación no son indiferentes para nuestra salud. “Todo lo que hemos comido o dejado de comer a lo largo de la vida, nos pasará la cuenta, en especial después de los 40 años. La calidad de alimentos que consumimos, “pavimentan” en gran medida el desarrollo de enfermedades futuras”. Así lo plantea el doctor Pedro Barreda, miembro del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife Nutrition y autor del libro éxito de ventas ¡Olvídese de las Calorías! Coma Sano y Natural.
“La vida moderna nos impone altos niveles de estrés y un tipo de alimentación poco saludable. Ambas cosas, en el largo plazo, son perjudiciales. El déficit o deficiencia de algunos nutrientes favorece la aparición de patologías, y si bien lo ideal es tener siempre una nutrición variada, balanceada y completa que aporte todos los nutrientes necesarios, en la actualidad vemos como por distintas razones -y cada vez con más frecuencia- esto no es siempre posible. Cuando esto ocurre, recomiendo apoyar con suplementos alimenticios, ya que su finalidad es justamente complementar dietas insuficientes.”, afirma el especialista.
Omega-3: Antiinflamatorio natural
Barreda ejemplifica el rol de algunos nutrientes en nuestra salud con el omega-3. Se trata de un ácido graso esencial (que el organismo no produce y debemos obtenerlo de los alimentos) que tiene una función antiinflamatoria muy importante, lo que nos ayuda a “equilibrar” la respuesta inflamatoria de nuestro organismo.
“Cuando una persona es obesa, tiene un trastorno inflamatorio que puede manifestarse a través de todo el organismo con consecuencias metabólicas importantes, como la asociación con diabetes tipo 2 ampliamente respaldada por múltiples publicaciones; asociación con hipertensión arterial, mayor riesgo de accidente vascular cerebral, infartos del corazón, alteraciones de la coagulación e incluso puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.”
En otras palabras, el profesional explica que la grasa en exceso puede contribuir a generar reacciones inflamatorias en el cuerpo, lo define como un verdadero “incendio” que puede aumentar el riesgo de desencadenar una serie de patologías. “Una dieta que no provea cantidades adecuadas de nutrientes que son esenciales, como el omega-3 (DHA y EPA) nos deja en desventaja ya que puede actuar como un verdadero “bombero” al contribuir a equilibrar la respuesta inflamatoria.”
Los ácidos grasos omega-6 también son importantes en nuestra dieta. La relación ideal es consumir 5 partes de omega-6 por cada parte de omega-3, pero la realidad es que la dieta occidental actual, en general, contempla una relación de 20 a 1, que puede contribuir a un estado proinflamatorio, con las consecuencias que esto puede generar. Lo importante -recalca el doctor- es mantener un equilibrio entre el consumo de omega-3 y omega-6.
Vitaminas antioxidantes
Las vitaminas C y E y el betacaroteno (precursor de la vitamina A), conocidos como antioxidantes, son otro grupo de nutrientes que el doctor Pedro Barreda también destaca y recomienda suplementar cuando no se consumen en cantidades suficientes. Asegura que, si bien el envejecimiento es un proceso natural, actualmente tenemos muchos agentes externos que lo están acelerando, como los tóxicos ambientales, y el estrés permanente, traducido en ansiedad y el tipo de alimentación a la que estamos sometidos. “Cuando hay estrés, las células generan mucha basura (radicales libres) y si hay pocos basureros (antioxidantes) la célula se autodestruye (envejecimiento)”, explica.
“Es importante consumir antioxidantes porque en la vida diaria tenemos más agresores que defensas y mientras no nos pongamos en equilibrio, corremos el riesgo de tener síntomas de deficiencias en el futuro. Todos tenemos que intentar tener una alimentación completa y saludable que nos permita cubrir nuestros requerimientos nutricionales. Cuando estos no logran cubrirse solamente con alimentos, se recomienda suplementar.”
¿Qué es una alimentación saludable?
En términos genéricos una alimentación saludable es aquella que incluye todos los nutrientes esenciales en las cantidades adecuadas. Dentro de estos nutrientes encontramos a las proteínas, carbohidratos y grasas, conocidos como macronutrientes, ya que los necesitamos en grandes cantidades y cumplen importantes funciones en nuestro cuerpo.
Las proteínas, en sí son todas buenas, dice el experto en nutrición. Pero existen algunos alimentos que, además de tener proteínas, contienen algunos nutrientes que, en exceso, pueden ser perjudiciales. Por ejemplo, las cecinas y los embutidos. Al elegir alimentos ricos en proteínas, debemos buscar aquellos que contengan menores cantidades de grasas y sodio, como las carnes magras frescas en general y las proteínas vegetales. Dentro de estas últimas, el doctor destaca a la proteína de soya como una excelente fuente de proteínas ya que es una de las únicas fuentes de proteína vegetal que contiene todos los aminoácidos esenciales que el organismo necesita.
Los carbohidratos son necesarios porque son la principal fuente de energía del cuerpo. Existen muchos tipos distintos de carbohidratos y se presentan en diferentes formas en una gran variedad de alimentos. Los llamados “carbohidratos complejos”, están presentes en alimentos que pueden estar más o menos procesados. Aquellos que son más procesados son a los que les han quitado la fibra, es decir, los refinados (pan, masas, pastas blancas). Se recomienda elegir alimentos naturales ricos en carbohidratos complejos y fibra (por ejemplo, choclo, habas, arvejas etc.) y aquellos productos alimenticios con menor grado de procesamiento, conocidos como integrales (arroz integral, pan con semillas, etc.).
Y finalmente, respecto de las grasas, estas son importantes porque aportan energía al cuerpo y nos permiten incorporar vitaminas como la A, D, E y K. También pueden aportar ácidos grasos esenciales como el omega-3. Por otro lado, “son buenas porque quitan el hambre y ninguna dieta debería excluirlas”. Pero debemos comer las de buena calidad, las que encontramos en pescados, aceite de oliva extra virgen, aceitunas, frutos secos, semillas e incluso en el chocolate 70% cacao.
¿Cuánto comer de cada uno de estos macronutrientes? Dependerá de cada persona, de sus requerimientos y objetivos nutricionales, pero en términos generales, afirma el médico asesor de Herbalife Nutrition, una dieta balanceada debería incluir: desayuno con suficientes cantidades de proteínas, una colación saludable a media mañana, almuerzo (50% verduras/frutas, 25% proteína y 25% carbohidratos integrales); una once liviana y cenar a la hora que entra el sol.
“No pretendo que los cumpleaños se celebren con alcachofas, pero el consumo de alimentos poco saludables dependerá de momento, cantidad, frecuencia y oportunidad. Debemos tomar conciencia de que su consumo debe ser una excepción.”
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