Varias expresiones sociales y organizaciones de Pueblos Originarios, han venido acuñando desde hace un tiempo el concepto de “Plurinacional”, como una forma de transformar los ejes colonialistas del estado chileno que se ha basado en el etnocentrismo, discriminación, negación y racismo.
Una de las voces en ese sentido, es la de la Comunidad de Historia Mapuche, quien en el marco de la rebelión que se levantó a partir de octubre del 2019, manifestó a través de una declaración pública: “Como pueblo, estamos seguros, queremos construir un nuevo Chile. Para ello es vital abrir caminos para repensar esta tierra que guarda tanta diversidad de pueblos y horizontes, y que entonces nos encontremos en una Asamblea Constituyente Plurinacional, para refundar nuestros vínculos, nuestros anhelos, y construir un país donde la vida digna este al centro de la discusión, donde los territorios puedan concebir y proyectar sus horizontes, donde la naturaleza no sea saqueada y exterminada”.
Claudio Alvarado Linopi, Historiador con estudios de Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Miembro del Centro de Estudios e Investigación Mapuche y de la Comunidad de Historia Mapuche. Co locutor del programa radial Wallmapugrama, se ha referido a este entramado de plurinacionalidad, quien expuso en Las Jornadas Culturales de la Escuela Superior Campesina Curaco de Vélez y cuya entrevista en video fue publicada por Radio Minga la que se comparte al final de la nota.
Plurinacionalidad, interculturalidad y derechos colectivos
Tanto la Confederación Mapuche de Neuquén como la Confederación de nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), han venido promoviendo y desarrollando conceptualmente con fuerza desde los años 90, propuestas relativas a lo intercultural como construcción de sociedad, así como de transformación de los sistemas educativos.
El concepto de interculturalidad apunta a describir el ejercicio de interacción y regulación entre dos o más culturas de un modo horizontal y sinérgico. Esto supone el reconocimiento de derechos de los Pueblos que habitan un mismo territorio, como sujetos de derechos colectivos, para que ninguno se encuentre por encima de otro en condiciones de supremacía y se favorezca el encuentro, el respeto, el diálogo e igualdad.
La interculturalidad surge como una propuesta de descolonialidad y a su vez, como una crítica a la instalación conceptual de “Multiculturalidad” impulsado principalmente desde corrientes occidentales anglosajonas, que ha sido descrito por diversos autores como una «ensaladera», un «mosaico cultural» o “Un collage de culturas”, entendida como la existencia de diferentes culturas que habitan en un mismo espacio territorial, sin relación entre sí, las que coexisten en posiciones de desigualdad al no estar reguladas, en donde unas culturas se imponen sobre las otras y en condición de asimetrías de tipo social, política, económica y valorica.
Elisa Loncon, magíster, doctora, académica universitaria, lingüista, con especializaciones en educación intercultural desde una perspectiva Mapuche, señala en una publicación del 2016 junto a otras autoras que el contexto asimétrico de carácter histórico está directamente vinculado con la política del estado de negación e invisibilización del otro, que también ha sido identificada como racismo estructural. “Esta compleja relación existente entre los pueblos originarios y el Estado, donde perdura el sistema colonial, hace que la interculturalidad sea difícil de poner en práctica. Por su lado, la política estatal desarrolla programas definidos como interculturales, pero que por sus características, pueden ser catalogados de multiculturalista”.
La profesora y académica, Catherine Walsh, ha señalado en el año 2008 que la interculturalidad aún no existe. Es algo por construir, que va mucho más allá del respeto, la tolerancia y el reconocimiento de la diversidad. Señala y alienta, más bien, un proceso y proyecto social político dirigido a la construcción de sociedades, relaciones y condiciones de vida nuevas y distintas que rompan con el marco uninacional, recalcando lo plural-nacional no como división, sino como estructura más adecuada para unir e integrar.
Como una forma de avanzar en esa igualdad y en la transformación de estados coloniales en la Región, se han levantado propuestas relativas al Plurinacionalismo o plurinacional, que hace referencia a la coexistencia de dos o más pueblos-nacionalidades, asumido y reconocido por algunos estados en su régimen político y constitucional, con situaciones más evidentes en procesos constituyentes de Ecuador y Bolivia. En Perú, «el Estado reconoce y protege la pluralidad étnica y cultural».
Por su parte, en Europa occidental no existe ningún país en el que su Constitución reconozca explícitamente la plurinacionalidad. Existen eso sí estados federales, como Suiza. La Confederación Suiza, como se la conoce oficialmente, tiene reconocida la diversidad de lenguas en sus territorios y diversidad cultural y social. En Rusia en cambio su constitución hace un reconocimiento a una existencia “MultiNacional”. Por su parte, el 39º Congreso Federal del 2017 del PSOE estableció como propuesta de buscar el reconocimiento de la «plurinacionalidad» dentro del Estado español. En Suecia, la Constitución reconoce a los Samis como pueblo específico, lo cual resulta relevante porque en teoría gozan de derechos políticos.
Una publicación del 2009 denominada “Plurinacionalidad: democracia en la diversidad”, el autor Alberto Acosta, ex presidente de la Asamblea Constituyente en Ecuador plantea: “En una nación como la ecuatoriana, cargada de racismo y con problemas históricos de falta de democracia, la construcción de un Estado plurinacional se convierte no sólo en un reto sino en una necesidad”, entendiendo dicha necesidad de reconocer la existencia de distintas nacionalidades y pueblos dentro de un mismo territorio, rompiendo las características uninacionales y monoculturales.
Otra publicación de Alberto Acosta del 2008 (Buen Vivir, Plurinacionalidad y Derechos de la Naturaleza en el debate constituyente), indica: “La plurinacionalidad exige reformular las relaciones de poder entre Estado y ciudadanas/os -en tanto individuos siempre viviendo en comunidad- para que sean éstos los auténticos poseedores de soberanía. Esto demanda, de entrada, consolidar los Derechos Humanos (individuales y colectivos), enriquecidos con los Derechos de la Naturaleza para construir el Buen Vivir”, quien agrega que la interculturalidad como fundamento de la plurinacionalidad, sintetiza, además, el reconocimiento diario de las diversidades. “Se trata de una vida en común e inclusiva, sin cabida a la exclusión ni la inclusión subordinada”.
Una publicación en Ciper del historiador Mapuche, Fernando Pairican, denominado: “Estado plurinacional: el debate mapuche actual”, destaca: “La vía de la Plurinacionalidad ha sido la formula adoptada por algunos Estados. En Ecuador se definió un <Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico>. En Bolivia se adoptó un <Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías>, que está relacionado con el reconocimiento de la preexistencia de las naciones y pueblos originarios. Francisco Huenchumilla considera este Estado Plurinacional como un paso al reconocimiento de los pueblos originarios como actores y sujetos de derechos colectivos, para ser incorporados en base a una nueva estructura del Estado, a nivel constitucional. La organización del Estado Plurinacional sería la república y se gobernaría de manera descentralizada”.
Se entiende en teoría que la Plurinacionalidad es el reconocimiento explícito de la co existencia de Pueblos – nacionalidades como sujetos de derechos colectivos, permitiendo la igualdad de derechos, justicia y reparación a los pueblos originarios, con una pre existencia en miles de años a los estados, cuyo estándar internacional en derechos colectivos se basan en la autodeterminación como fuente matriz, cuyas conexiones del bloque de derechos colectivos se relacionan con la integridad cultural, derecho al desarrollo propio o bienestar social, garantías de no discriminación y de no repetición, tierras, territorios, medio ambiente y naturaleza, autonomías territoriales y autogobiernos, mecanismos de reparación ante violaciones históricas, entre otros, establecidos en diversos cuerpos normativos como la Declaración de la ONU sobre Los Derechos de los Pueblos Indígenas del 2007, Convenio 169 de la OIT y La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial. Asimismo y de manera transversal, en el Pacto internacional de los Derechos Civiles y Políticos, Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, entre otros, que son vinculantes a los estados pero que en el caso de Chile buena parte no están garantizados o no se han querido hacer cumplir.
Parte fundamental de la actual desigualdad y discriminación, se basa en la Constitución Política que actualmente rige en Chile, que fue impuesta en dictadura, hecha para fomentar el saqueo y privatización del País de diversos bienes, servicios y de la naturaleza a favor de grupos económicos, de oligarquías, coartando una serie de derechos de los Pueblos y personas, negando la existencia de pueblos y naciones originarias. Una Constitución democrática basada en derechos, debiera establecer que la soberanía debe recaer en todos los Pueblos que habitan Chile, con un reconocimiento explícito como sujetos de derechos colectivos. No hacerlo, es seguir extendiendo los actos históricos y sistemáticos de violencia, despojos, masacres, discriminación, abuso, arbitrariedad y dominación.
La realidad de Chile debe remontarse a la preexistencia de Pueblos y Nacionalidades originarias en miles a años a la del estado, como es en el caso Aymara, Diaguita, LikanAntai, Quechua, RapaNui, kolla, Chango, Mapuche, Chono, kawésqar, Selknam, Yagan, como también, a la existencia del Pueblo chileno con todas sus descendencias, corrientes migratorias y mestizajes, la que comenzó a conformarse hace poco más de 200 años desde la instalación del estado republicano y que en sus inicios estableció formas de reconocimiento y jurisdicción con el Pueblo Mapuche a través de la carta de Bernardo O”Higgins como Director Supremo de 1819 y el Tratado de Tapihue de 1825 en el gobierno de Ramón Freire, lo que fue abruptamente violado con la invasión bélica estatal con campañas militares de finales del siglo 19 en la denominada “Pacificación de la Araucanía”, que generó masacres y desplazamientos como crímenes de lesa humanidad imponiéndose criterios coloniales, uninacionales, exclusiones y explotación.
Considerando la propuesta fundacional constituyente en Ecuador (truncada por los caudillismos como señala Alberto Acosta), la nueva estructura plurinacional a través de un nuevo régimen político y constitucional, atendiendo a su vez que es una propuesta de descolonización en continúa construcción y transformación del estado, debiera también ir de la mano con formas de reconocimientos de diversidades sociales sectoriales y poblacionales o pluridiversas, atendiendo la igualdad de genero, derechos migratorios, la preexistencia afrodescendiente y la aplicación de mecanismos plenos de inclusión, de justicia y reparación a quienes se les han vulnerado o negado sus derechos humanos.
Entrevista conversación con el historiador Mapuche Claudio Alvarado Lincopi (Publicado por Radio Minga)
Claudio Alvarado Linopi, Historiador con estudios de Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Miembro del Centro de Estudios e Investigación Mapuche y de la Comunidad de Historia Mapuche. Co locutor del programa radial Wallmapugrama, se ha referido a este entramado de plurinacionalidad, quien expuso en Las Jornadas Culturales de la Escuela Superior Campesina Curaco de Vélez y cuya entrevista en video ha sido publicada por Radio Minga la que se comparte a continuación en el siguiente link.
https://www.facebook.com/radiomingafm/videos/617422089035523/
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