Mujer y pandemia

Mujer y pandemia araucanianoticiasUn fuerte impacto tuvo el covid-19 sobre las mujeres, y los datos indican que en nuestro país se han profundizado dramáticamente las brechas de género durante estos seis meses de pandemia, ampliándose las desigualdades en múltiples dimensiones.

Una de ellas es la dimensión de lo laboral. El desempleo afectó con mayor fuerza a las mujeres y muchas ellas debieron responder a las demandas familiares por el incremento de las tareas domésticas que incluye, en muchos casos, el cuidado de los hijos.

De la fuerza laboral femenina un gran porcentaje no ha intentado retomar labores fuera de casa, ante la imposibilidad en pandemia de hacer que coexistan las múltiples funciones a la que están expuestas.

Confinamiento, pandemia y la pérdida de autonomía económica han provocado hacinamiento y también un aumento de la violencia doméstica, no solo física sino también psicológica, lo que se agrava ante las mayores dificultades para el acceso a los servicios de salud. El aumento del consumo de alcohol y la pérdida de redes de apoyo son también consecuencias relevantes de la pandemia.

La pobreza en Chile, declaró en julio la subsecretaria de la Mujer, Carolina Cuevas, se ha feminizado, observándose como tendencias la disminución de la participación laboral de la mujer en casi 10 puntos porcentuales; el gran incremento de reportes de violencia intrafamiliar, y la sobrecarga del trabajo remunerado y no remunerado que recae en las mujeres que incluyen jornadas sustancialmente más largas que la de los hombres.

Las intervenciones de los programas se han focalizado en generar sistemas de contención, de contacto seguro y fortalecer el liderazgo tratando de mitigar la exclusión. Las Naciones Unidas han reaccionado con propuestas que incluyen, entre otras, llevar la transversalización del género a la estrategia contra el covid-19, incluir mujeres en las tomas de decisiones, fortalecer los sistemas de protección social en la región, y proveer sistemas de contacto seguro para víctimas de la violencia de género.

Hay un gran desafío por delante en el trabajo de revertir el recrudecimiento de las condiciones de desigualdad y exclusión de las mujeres, no solamente orientados a un fomento de la coparentalidad, sino que también de trabajar en la instalación de una cultura y una convicción social que permitan discriminar positivamente a la mujer.

Glenda Merino Matus

Periodista y cofundadora EstoyContigo

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