Investigadores de la Universidad de Chile profundizamos en el estrés, el caos social y el desabastecimiento en supermercados.
La casa de estudios entrega recomendaciones para enfrentar los períodos de cuarentena desde el punto de vista de la psicología.
“La situación mundial de esta pandemia empeora y sigue empeorando rápidamente (…) La verdad es que todos los días crece el número de personas infectadas que ya no podemos trazar claramente a un brote“, indicó el ministro de Salud, Jaime Mañalich. En cosa de minutos, miles de personas llegaron a supermercados, farmacias, almacenes y botillerías para comprar provisiones de cara a esta medida. Además, durante la mañana de este jueves se vieron largas filas en las oficinas del Registro Civil para poder sacar la Clave Única, herramienta que será utilizada para solicitar permisos de desplazamiento en las comunas con cuarentena.
Para el Vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, doctor Flavio Salazar, «lo primordial es acatar las medidas de distanciamiento entre las personas, pues resulta ser la manera más efectiva para detener la velocidad de contagio”. Además, desde la casa de estudios aseguraron que su Hospital Clínico está focalizado en realizar tratamientos y diagnósticos oportunos. En esa línea, en la Facultad de Medicina trabajan laboratorios para el procesamiento de muestras y así aportar en aumento del número de test que se hagan a diario.
Fase 4 en Chile: estrés para la ciudadanía
La tasa de mortalidad del COVID-19 ronda el 3,4%, siendo inferior respecto a otras enfermedades como el ébola, que presenta un 50%. Sin embargo, se ha dado cuenta del miedo manifestado por la gran mayoría de la población. Escenas de supermercados sin papel higiénico, alcohol gel, jabón y algunos alimentos no perecibles, han sido difundidas en televisión y redes sociales durante las últimas semanas, especialmente desde que se anunció la medida de la cuarentena total en siete comunas de la Región Metropolitana.
La doctora en psicoterapia y académica del la Universidad de Chile, Vanetza Quezada-Scholz, explicó que el miedo es una emoción básica y fundamental para la supervivencia. “Las personas compran más de lo que necesitan porque les otorga una sensación de seguridad, siendo una forma activa para regular el miedo y la ansiedad frente a una amenaza de la cual sabemos poco o nada. La incertidumbre frente a COVID-19 facilita y acelera el comportamiento evitativo. Estos pueden resultar desmedidos, o incluso generar situaciones de sobreexposición sin considerar riesgos”, destacó.
Asimismo, indicó la importancia de interpretar la contingencia actual desde la psicología. “Esto permite detectar señales de amenaza que llevan a las personas a pensar que el contagio y la privación se hacen una realidad cada vez más probable. El miedo y la ansiedad surgen como respuestas naturales. Por ello, tener la posibilidad de quedarse en casa y estar bien abastecido permite disminuir estas emociones”, agregó la investigadora.
Entre las recomendaciones señaladas por la experta, destaca:
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Mantener el contacto con cercanos mediante teléfono y redes sociales durante el aislamiento para evitar cualquier riesgo en salud mental.
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Es relevante darle continuidad a la rutina en el hogar, es decir, hacer lo que normalmente se hace cuando se está en la casa.
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Respetar los horarios de sueño.
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Respetar los horarios y las dinámicas de alimentación.
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Practicar actividad física diaria.
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