En el último año y medio, para una incontable cantidad de personas las computadoras personales se afianzaron aún más como la herramienta primordial para trabajar de manera remota, o para tomar clases y cursos online.
Por eso, como son un bien tan preciado y demandado, aquí te daremos cinco puntos importantes, pero subestimados, para tener en cuenta cuando estés en el proceso de comprar una.
1 Planificar la compra
Antes de lanzarte a comprar el modelo que corra el videojuego que tu hijo quiere jugar, o que desees asegurarte una de última generación, con la idea de no actualizarla de acá a un buen tiempo (cosa que en lo que respecta a la computación, todo queda “viejo” muy rápidamente), siempre conviene definir de antemano para qué la necesitas.
Esto no sólo te va a salvar de gastar plata de más en un equipo que quizás no sea el adecuado para tu búsqueda, sino que además puede que saques el máximo provecho al equipo que consigas o a los componentes que estés necesitando, como ser un monitor gamer.
Así que este es el primer paso que debes dar antes de agarrar el carrito de compras y abalanzarte sobre los productos de la tienda virtual.
2 Procesador y RAM
Como el procesador, en simples términos, determina el rendimiento general del dispositivo, la planificación que se mencionó en el anterior subtítulo determinará cuál es la mejor opción.
Por ejemplo, si tu trabajo administrativo o las clases que tomas no requieren más que atender a un zoom, o usar el paquete Office, tranquilamente con un Core i3 o i5 estás más que bien.
Por otro lado, un procesador i7 o incluso un i9 encaja mejor con tareas de alta complejidad, como puede ser un trabajo que requiera muchas funciones simultáneas, o que tengas que usar softwares “pesados”.
Al mismo tiempo, la RAM entra en juego, ya que cuanto más RAM tengas, podrás hacer más tareas al mismo tiempo, y se te trabará menos cuando abras programas que consumen mucha.
Entonces, si debes ir por 8GB de RAM, por 16GB, por 32GB o más, dependerá de la actividad para la que necesites la computadora. A mayor requerimiento de tareas que utilicen recursos, mayor RAM será necesaria.
3 Conectividad USB
Puede sonar algo minúsculo, pero cuando armes una PC o compres una laptop, verás cuán fundamental es que tenga una buena cantidad de puertos USB (idealmente 3.0).
Esto cobra relevancia ya que la gran mayoría de dispositivos que puedes conectarle, son por vía USB: desde el mouse (ya sea alámbrico o inalámbrico); el teclado; smartphones; discos externos; y hasta luces u otros agregados.
Es decir, si tu computadora tiene un sólo puerto USB, verás muy limitadas tus posibilidades de tener distintos accesorios para usar al mismo tiempo.
4 Monitor
Este resulta una de las bases para la compra o armado de un equipo, ya que no se trata de tener el más grande o de tener dos obligatoriamente, sino que, si vas a usar una de escritorio o una notebook, tienes que ver bien qué estás haciendo.
Lógicamente, la recomendación es no escatimar gastos en esto, lo que no quita que puedes encontrar monitores baratos que rindan muy bien para el uso que quieras darle y con excelente definición.
Y todo va en consonancia con el primer punto, ya que para tareas sencillas y cotidianas, no requieres de algo muy complejo o caro, pero por ejemplo si quieres poder ver películas o series con la mejor definición que soporte la computadora, así como videojuegos, un monitor gamer hará el trabajo perfectamente.
En el caso de una computadora portátil, cuanto más ancho y de mejor definición, mejor. Eso puede encarecer bastante el precio, pero ten por seguro que ir a menos con este componente es subestimar uno de los elementos que más utilizas de tu equipo.
5 Estate atento a promociones y fechas de descuentos
Por último, a muchos nos ha pasado de pasar de comprar algo y luego ver cómo su precio se dispara, o también adquirir algún dispositivo electrónico y que a los pocos días esté en rebaja por alguna fecha o evento determinado.
Suena evidente dicho así, pero pasa más de lo que crees, así que buscar un calendario comercial y chequear por fechas festivas cercanas, o eventos como el Black Friday o día de la madre o del padre, pueden ser una excelente oportunidad para sacarle el jugo a una compra, y cuidar tu billetera.
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