El Hogar de Cristo presentará el estudio “Del dicho al derecho: Ser niña en una residencia de protección en Chile”, que detalla el mayor daño y, por lo mismo, la gran complejidad que presenta la población femenina en hogares de menores de edad en comparación con la masculina.
La psicoterapeuta experta en trauma infantil, Maryorie Dantagnan, autoridades como la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, y la encargada de la Oficina ONU Mujeres en Chile, María Inés Salamanca, y los autores del estudio, comentarán la publicación, inédita en Chile al incorporar la dimensión de género a la realidad de niñas y adolescentes bajo la protección del Estado.
“Un día, cuando tenía 12 años, Mercedes fue al Hospital de Tocopilla por dolores y cólicos, que no cesaban con las hierbas que le daban. El médico tratante identificó la causa de sus dolores: estaba embarazada. El hospital realizó una denuncia por violación y Mercedes ingresó al sistema residencial por grave vulneración de derechos.
“Su madre no entendía por qué su hija fue llevada a un hogar del Sename, por qué un juez que no conocía sus vidas decidía por ellas: ¿Qué había de malo en que Mercedes —al igual que ella y su madre— trabajara en la caleta de pescadores y no estudiara? ¿Qué mal había en que un hombre de 58 años estuviera enamorado de su hija si quizás habría sido un buen padre para el hijo que ella esperaba? “.
Este es uno de los testimonios que aparecen en el estudio “Ser niña en una residencia de protección en Chile” que lanzará el Hogar de Cristo este miércoles 17, a las 11 horas, en una presentación online, a través de sus redes sociales. Se trata de “una mirada comprensiva desde la perspectiva de género, pobreza y desigualdad” a la realidad de las residencias de protección.
El texto explica: “No sólo la población de niñas, niños y adolescentes en el sistema de protección presenta características especialmente vulnerables en comparación a los de la población general, sino que la evidencia internacional observa que las niñas y adolescentes de los sistemas de protección son especialmente vulnerables. Esto se traduce en que presentan mayor cantidad de victimizaciones y riesgo de nuevas vulneraciones que sus contrapartes masculinas y en que ciertas características asociadas al género las exponen a factores de riesgo específicos, concretamente a la posibilidad de sufrir experiencias de violencia, abuso sexual y explotación sexual comercial, de tener peores indicadores de salud mental y reproductiva, mayor riesgo de revictimización, embarazo adolescente y mayores niveles de exclusión escolar que sus pares varones. Esto, sin considerar la intersección de vulnerabilidades asociada al solo hecho de ser mujer: mayores probabilidades de ser pobre, de tener trabajos informales o precarios y de sufrir violencia doméstica”.
Este cruce de desventajas es lo que se conoce como “interseccionalidad de género”, concepto que aplica a las niñas y jóvenes en residencias de protección, pero que se repite en el caso de todas las mujeres, más cuando son pobres, están solas, viven en calle, tienen algún tipo de discapacidad física o mental, presentan consumo problemático de alcohol y otras drogas, pertenecen a un pueblo originario, son migrantes…
Que el género no es trivial cuando hablamos de pobreza y desigualdad es lo que demuestra este nuevo estudio de la serie “Del Dicho al Derecho” del Hogar de Cristo, el cual contiene un capítulo particularmente sensible. Se trata del número 6, titulado: “Explotación sexual comercial niñas y adolescentes en residencias de protección”, donde se demuestra que “ellas tienden a experimentar mayores niveles de violencia sexual que ellos”. Que existen redes delictuales que “rondan” a estas residencias, sin que nadie haga algo por evitarlo. Y que las vulneraciones en este ámbito dejan huellas muy difíciles de borrar, las hacen mucho más complejas de tratar, en particular en la etapa adolescente, y exigen tratamiento especializado, personalizado y con una aproximación de género, libre de prejuicios y estigmatizaciones. En este sentido, el estudio hace propuestas muy concretas de cómo trabajar el daño de niñas y jóvenes con esta perspectiva.
La psicóloga y psicoterapeuta chilena, formada en Colombia y radicada en Barcelona, Maryorie Dantagnan, experta en reparación de daños traumáticos en niños maltratados, comentará la publicación, la que será presentada previamente por la psicóloga del Hogar de Cristo, Claudine Litvak, una de las autoras del texto. Un panel integrado por la ministra de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar; la coordinadora de la oficina ONU Mujeres Chile, María Inés Salamanca, y el director técnico del área de protección Integral del Hogar de Cristo, Carlos Vöhringer, aportarán con su mirada a este tema que ha sido desconocido o al menos subvalorado en los tratamientos de cuidado y reparación de las niñas y jóvenes bajo la protección del Estado en residencias.
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