“Todo Chile es cómplice activo o pasivo de las muertes, del dolor y la injusticia que viven miles de familias”, señaló Martín Arrau.
Hasta la Provincia de Malleco llegó un grupo de constituyentes de Chile Vamos compuesto por Martín Arrau y Margarita Letelier, de la Región de Ñuble, Rocío Cantuarias del Biobío, y los dueños de casa, Ruth Hurtado y Eduardo Cretton, con el objetivo de recorrer la Región de La Araucanía conversando con diversas víctimas de la violencia que impera en muchas de sus zonas.
En conversaciones sostenidas con individuos damnificados y con agrupaciones de víctimas que organizan a cientos de habitantes de la región, los convencionales escucharon en persona el testimonio de un joven que perdió a su padre, de familias que llevan generaciones recibiendo ataques en sus viviendas, de un agricultor al que se le dio un ultimátum para abandonar su hogar o el de una agrupación de pequeños propietarios que se crea, no sólo para apoyarse legalmente, sino que para brindarse apoyo psicológico entre quienes viven día a día la falta de soluciones.
“Yo invito a todas las personas que niegan que en Chile exista terrorismo, extorsión, secuestro, narcotráfico, a que vengan a recorrer La Araucanía, a que hablen con las víctimas, que recorran los diversos territorios, que dejemos de negar esta realidad tan presente y nos hagamos cargo como Estado de Chile de que impere el Estado de derecho y la seguridad que todos merecen. Todo Chile es cómplice activo o pasivo de las muertes, del dolor y la injusticia que viven miles de familias”, señaló Martín Arrau.
Roció Cantuarias agregó que “es una lástima que en esta región y en la región del Biobío exista hoy el terrorismo, no hay orden público, no hay Estado de Derecho y esperemos que en la constitución podamos conversar de estos temas y vuelva a restablecerse la paz en nuestras lindas regiones y en nuestro país”. En la misma línea, Margarita Letelier, dijo que “estuvimos tristemente con un chiquillo de 19 años que nos dijo, ‘bueno en enero a mi papá lo mataron, le dispararon, y lloré 3 días, pero se me acabó el tiempo de llorar y ahora tengo que luchar por esta causa’. El nivel de violencia y de desesperación de la gente que acá vive es tremendo”.
Letelier, hace referencia al caso de Franco Casanova y su difunto padre Oswald. “Lamentablemente en el último tiempo he sido testigo del terrorismo y sufrí el asesinado de mi papá y toda la situación de violencia que se vive en La Araucanía. Hago un llamado a la gente, a que se ponga los pantalones para terminar con este conflicto, se necesita gente con convicción y que esté dispuesta a terminarlo”.
Similar es la preocupación de Jessica Bascur, quien vive intranquila por sus padres, el matrimonio Bascur Sepúlveda de Pidima, en Ercilla. “Llevan 7 años luchando para que esto no continúe, están con carabineros día y noche, amenazados de muerte y las balas llegan a la casa habitualmente. No ha sido fácil seguir en el campo ya que su salud se ha ido deteriorando cada año, es una lástima que tengamos que abandonar lo que les ha costado a mis abuelos muchos años. Hemos dado la lucha, pero las fuerzas ya no nos están alcanzando. Vivimos desamparados del Estado, ahora somos el vertedero de Chile después de haber sido el granero. Aquí hay narcoterrorismo y se ha dicho de muchas maneras, pero la gente aun así defiende lo indefendible, porque no vive la realidad que nosotros vivimos”.
Marialí Vallejos de Collipulli, representa a pequeños parceleros que formaron una asociación de víctimas y cuenta que “muchos de ellos son adultos mayores con esperanzas perdidas por todo lo que está ocurriendo. Por mucho tiempo se esforzaron por tener sus cosas y estar tranquilos en su vejez y hoy en día eso no lo tenemos. Tenemos gente que ya no puede seguir luchando más, no puede trabajar sus campos porque esta gente terrorista no nos deja hacer nuestra vida. Estamos asustados, dormimos intranquilos, es una provincia que está siendo día a día atacada. En mi comuna a las 6 o 7 de la tarde no se ve gente en el pueblo, cuando antes uno podía andar a las 2 o 3 de la mañana caminando”.
Respecto el recorrido de los convencionales, Eduardo Cretton indicó que “estamos profundamente agradecidos de que otros constituyentes puedan venir a la región a conocer a la realidad de las víctimas de violencia y terrorismo en terreno. Mientras hay convencionales que caen en el negacionismo y que directa o indirectamente validan la violencia, nosotros hacemos un llamado a deponer las armas y construir paz. Ahora seguiremos trabajando para oponernos al proyecto de indulto y para que las víctimas sean consideradas en la comisión de DDHH”.
Por último, Ruth Hurtado recalcó que “es importante que los convencionales de otras regiones se sensibilicen con la realidad que se vive acá y se comprometan a trabajar para que esta propuesta de nueva Constitución avance en temas tan esenciales que la ciudadanía necesita, como son la paz y la seguridad, entre otras”.
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