La Corporación Chilena de la Madera, que reúne a pequeños, medianos y grandes productores forestales y de la madera, lamenta profundamente y condena la ola de violencia insensata que están sufriendo las regiones de Araucanía y Biobío.
Los graves hechos ocurridos en Carahue han dejado el trágico y doloroso saldo de una persona fallecida y un trabajador forestal gravemente herido, así como también un trabajador forestal con daño ocular por otro acto de violencia en Panguipulli en la Región de Los Ríos.
A esto, se han sumado este lunes nuevas acciones violentistas en Cañete, Región del Biobío, con bloqueo de caminos, amedrentamiento de la población y trabajadores, e incendio de maquinarias por parte de grupos armados.
Desde Corma somos enfáticos en señalar que es urgente detener esta espiral de violencia y terror. Mujeres, hombres, niños, niñas y jóvenes sufren diariamente el accionar de grupos violentistas, que deja secuelas de dolor y resentimiento por la pérdida de vidas, además de afectar a todos los sectores productivos; agrícola, turismo, construcción, transporte y forestales, truncando sueños y esperanzas de toda una vida de mucha gente, cuyo único y legítimo anhelo es poder vivir y desarrollar sus actividades en paz.
Reiteramos nuestro llamado a las autoridades a actuar con urgencia para restablecer la paz y el diálogo que tanto necesitamos. Es urgente aislar la violencia que ejercen grupos minoritarios y avanzar en un verdadero acuerdo político-social transversal, que genere un clima de esperanza y futuro para estas zonas.
Dejar una contestacion