Desde Fundación Luz, entidad líder en rehabilitación y educación de personas con discapacidad visual, se refieren a la importancia de la transición a la etapa escolar para niños ciegos o baja visión.
Muchos de los padres que tienen hijos con discapacidad visual se ven enfrentados a la difícil situación cuando los menores deben ingresar al sistema educativo, esto por las implicaciones que esto conlleva, desde la comunicación hasta el aprendizaje mismo.
Fundación Luz cuenta con el Programa de Transición a la Etapa Escolar, el que consiste en acompañar a los usuarios y familias que están ad portas de iniciar su proceso formal de educación pre escolar y/o básica en algún establecimiento educacional y que egresan del Programa de Atención Temprana de la fundación.
Este programa tiene como objetivo identificar y reducir los posibles desafíos que puedan presentar los infantes en esta etapa por no poseer autonomía (acorde a su edad) en determinadas áreas, permitiendo un acceso oportuno y amigable al ingreso escolar, considerando la preparación socioemocional de ellos.
En dicho programa se llevan a cabo acciones preparatorias, tanto para las familias como a los infantes, y también acciones de seguimiento que disminuyan el impacto del cambio en los niños y niñas, procurando así, el ejercicio de sus derechos a una educación inclusiva y una óptima inserción escolar.
Daniela Osorio, encargada del Programa de Atención Temprana de Fundación Luz, se refiere a las condiciones idóneas para que los niños puedan acceder a la educación pre escolar y/o básica. “Los y las infantes deben (idealmente) contar con cierto desarrollo (acorde a su edad) en las áreas de autonomía, comunicación, alimentación, orientación y movilidad. Para esto, en el equipo de atención temprana potencian y favorecen aquellos aspectos que se encuentren descendidos, tales como: control de esfínter, higiene menor, vestimenta básica (delantales y zapatos), habilidades sociales como saludar, despedirse e identificarse, comprender instrucciones simples, independencia en el desplazamiento, comer de forma autónoma o con bajo apoyo, entre otros”.
Por otra parte, la profesional se refirió a la importancia de este proceso de transición en los niños. “Nosotros evaluamos cómo están los niños en cuanto a sus habilidades, esto mediante una revisión de todas las exigencias que tiene la etapa escolar, respecto al desplazamiento, autonomía y la comunicación. Luego trabajamos con las familias y determinamos en qué nivel se encuentran los niños y cuáles son las habilidades que aún no han desarrollado para focalizarnos en ellas y así poder prepararlos para que ingresen luego a un colegio”.
Desde la fundación cuentan que este proceso se comienza a trabajar con un año de anticipación, con el objetivo de trabajar con un tiempo adecuado antes de que el niño ingrese al sistema escolar. “Una vez que nosotros les comunicamos a las familias que sus hijos ya se encuentran en la etapa de avanzar hacia la etapa escolar, en ese instante comienzan los miedos y las angustias de ellos, entonces contamos con el tiempo oportuno para poder trabajar esto mediante atenciones psicológicas al grupo familiar. Nosotros recurrimos a testimonios de otras familias que han pasado por lo mismo, con el fin de que puedan conocer otras realidades y experiencias para poder aprender y anticiparse. Por razones obvias, muchas veces existe una sobreprotección por parte de los padres y hay que trabajar en el desapego ya que los niños son muy pequeños. Desde Fundación Luz trabajamos con un equipo multidisciplinario de profesionales para orientar y apoyar a los padres en este proceso” aseguró Daniela Osorio.
Cabe destacar que este como todos los programas de Fundación Luz son gratuitos. Para más información contactarse a info@fundacionluz.cl
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