Docente Formación e Identidad, Santo Tomás, Sede Temuco.
Este tiempo de pandemia ha posibilitado en muchas personas, poder reflexionar algunas cosas que en años anteriores no fueron de su atención. En este sentido, al hacer uso del pensamiento crítico para comprender las realidades personales y colectivas, activamos nuestra reflexión cotidiana, es decir, una forma reflexiva de conectarse con el diario vivir, donde surgen distintas interrogantes, algunas de ellas pueden descubrirse y otras re-descubrirse. Una de estas inquietudes la podemos extraer de una frase que quizás hemos escuchado o dicho: “Estamos todas y todos locos”. De lo anterior, podemos inferir que el concepto de locura puede comprenderse de distintas formas. Por lo general, al hacer referencia al concepto existe una connotación negativa o en su efecto, no es válido al momento de hacer referencia a la descripción que realiza alguna (s) persona (s) de un “algo” de su interés. Esta definición preliminar puede orientar el uso del concepto, pero en términos filosóficos ¿cómo es posible comprender la locura?
Considerando las propuestas desarrolladas por distintas teorías filosóficas, especialmente las del siglo XX, la locura puede significar lo siguiente. Primero, posibilidad de explorar una nueva forma de conocimiento, entendiendo al estado de locura como como un estado, donde la persona comienza a pensar fuera de lo que está establecido como “normal”, cuestionando de forma radical el por qué los objetos, fenómenos naturales y sociales, tienen esa determinada forma de ser y haciendo posible pensarla desde una nueva forma. Segundo, el estado de locura es pura posibilidad de apertura hacia algo que no está dentro de un marco regulado u establecido, sino más bien, es ir hacia un algo que podemos pensar, pero no sabemos hacia dónde puede llegar. Tercero, la locura es la fuerza, lo vivo, de lo pensante de la (s) persona (s) porque no está en su pura racionalidad, por el contrario, el ingresar a un estado de locura puede despertar en nosotras y nosotros la posibilidad de lo posible, en cuanto, nos conectamos con lo que nos interesa y lo miramos desde distintas perspectivas, sin invalidar ninguna de ellas, por el contrario, todo es posible.
Por lo tanto, la filosofía, desde el pensamiento crítico nos invita a aportar en los distintos ámbitos de nuestra vida, no solamente desde estructuras establecidas, sino que atreverse a ir más allá, puesto que el estado de locura es donde nosotras-nosotros, el conocimiento y la realidad son posibles de pensar desde la pura posibilidad.
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