La usuaria estuvo conectada a ventilación mecánica durante 2 semanas en otro hospital, previamente a la operación en el HHHA.
La paciente octogenaria que sufría de esta patología tuvo un crecimiento progresivo, descendiendo por detrás del corazón y comprometiendo los vasos principales que permiten su correcto funcionamiento. La glándula tiroides es la principal glándula endocrina del cuerpo que se encuentra ubicada en el cuello, su crecimiento anormal se conoce como bocio y la cirugía convencional es la tiroidectomía, la cual consiste en la extirpación de la glándula a través del cuello.
El complejo caso realizado en el Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena, incluyó la intervención no tan solo del cuello de la paciente, sino que también la apertura del tórax con exposición del corazón, con la utilización de una máquina de Circulación Extracorpórea Convencional (CEC), para evitar algún contratiempo durante la cirugía. Nuestro hospital es el único centro asistencial desde Temuco al sur con el equipamiento y personal necesario para realizar este tipo de cirugías.
El médico a cargo de llevar a cabo la intervención fue el Dr. Jean Pierre Droguett, Cirujano de Cabeza y Cuello del hospital, quien dijo que “lo que hicimos fue hacer una operación en conjunto con el equipo de cirugía cardiaca, tomar los resguardos necesarios del caso y debido a que el tumor estaba muy adherido a los vasos del corazón, hubo problemas de sangrado esperables durante la cirugía, pero fue solucionado con la máquina CEC”.
En este mismo contexto, respecto a otras cirugías realizadas en el centro asistencial “se han hecho otras cirugías de este tipo, pero sin duda no tan extensa como esta. Era un tumor benigno de comportamiento agresivo, que involucró estructuras vitales de la vía respiratoria y circulatoria, pero a pesar de esto, fue todo un éxito. Considerando la edad de la paciente y otros problemas asociados, logramos mantenerla con vida que era lo importante” agregó el Dr. Droguett.
Este tipo de cirugías tienen un alto riesgo de mortalidad, y la paciente atendida, además, había tenido varios paros cardiorrespiratorios en otros hospitales antes de someterse a la operación.
Por lo general, en casos como este se necesita el apoyo de la Unidad de Cirugía Cardíaca que están atentos a cualquier contratiempo que pueda ocurrir. Sin embargo, para la intervención del bocio en esta paciente, requería de la presencia directa de los profesionales de cirugía cardíaca en el pabellón.
De acuerdo con esto, el Dr. Juan Carlos Bahamondes, jefe de la Unidad de Cirugía Cardíaca, afirmó que “en este caso, lo que hice fue hacer una disección y control de los vasos de la aorta y los troncos supraaórticos, con el objetivo de liberar estas arterias para que pudieran resecar el tumor sin una hemorragia masiva”.
Es por esto, que la importancia del procedimiento de un equipo multidisciplinario que pudiera llevar a cabo la tarea de manera exitosa, “se hizo a través de una máquina de Circulación Extracorpórea Convencional, que permite a la sangre salir del organismo, y la devuelve oxigenada por la aorta. Además, cumple la función de descomprimir la presión de las estructuras, para poder disecar con mayor facilidad el tumor. Gracias a esto, se pudo observar y preservar bajo CEC el nervio laríngeo recurrente, que otorga la capacidad de fonación y pueda hablar de manera normal el paciente”.
La máxima autoridad hospitalaria, director Heber Rickenberg, aseguró que “dentro de los pilares de nuestra institución, es tener bien equipados a nuestros equipos clínicos y que se estén generando este tipo de cirugías, es porque dentro del hospital queremos alcanzar niveles de desarrollo importante en lo tecnológico y humano”.
Actualmente, la usuaria continúa internada en la UTI para tener la rehabilitación pertinente y pueda ser dada de alta en un plazo prudente.
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