Según Psicologíachile.cl, en medio del peak de consultas frente al rebrote y nuevas cuarentenas por Covid-19, los problemas “de a dos” están liderando las atenciones de salud mental.
Quienes no venían arrastrando dificultades en su relación de pareja, pueden acudir a psicoterapia para mejorar la convivencia y satisfacción conjunta durante el encierro.
Luego del “déjà vu” de marzo, ante nuevas estrictas cuarentenas y rebrotes de contagios por la actual pandemia, la plataforma de atención de psicológica online Psicologíachile.cl detectó -dentro del incremento de un 200% en las prestaciones registradas- que los problemas de pareja son uno de los motivos que lideran por ahora las consultas ligadas a salud mental.
Según explica la psicóloga de la plataforma de terapias online, Carmen Gloria Meza, “claramente la pandemia ha puesto en tensión las relaciones humanas y las parejas, sin duda, son de las más damnificadas”. Así lo revelan datos del Estudio Paneuropeo AXA sobre Salud Mental, en que se encuestó a casi 6 mil personas de siete países, resultando ser los españoles (40%) quienes más señalaron haber visto perjudicada su relación durante la crisis sanitaria. Una investigación recientemente publicada en México da a conocer que “la cohabitación 24/7 ha favorecido la mutua y continua observancia entre los miembros de la pareja, así como el monitoreo de las actividades del otro, lo que a su vez podría dar pie a situaciones de acoso u hostigamiento”.
Esta realidad también aterriza en nuestro país, pues de acuerdo a la Encuesta de Empleo del Centro de Encuestas y Estudios longitudinales de la UC, en Chile el 38% de los hombres dedicó cero horas semanales a realizar tareas domésticas como cocinar, hacer aseo y lavar ropa, con la consecuente mayor carga de tareas para las mujeres. Si bien esto ocurría probablemente desde antes, en este contexto se vuelve más complejo, ya que las fuentes de gratificación que contrarresten el cansancio físico y mental, se han reducido.
La profesional de Psicologiachile.cl afirma que por todo lo anterior, “puede ocurrir que los miembros de la pareja utilicen medios para aliviar la tensión, que más bien produzcan el efecto contrario como, por ejemplo, culpabilizar al otro, mostrarse hostil o irritable, negar o evitar el contacto con los propios afectos, etc.” Ahora, “si consideramos que estas dificultades han venido ocurriendo durante ya más de un año, en que además se vio limitada la posibilidad de tomar unas merecidas vacaciones -por dificultades económicas, riesgo de contagio, etc.- el panorama podría ensombrecerse aún más”, advierte.
Explica que aquellas parejas que previamente presentaban más satisfacción respecto a su relación, estarían enfrentando mejor las tensiones y dificultades asociadas a la pandemia y confinamiento. No obstante, “quienes venían arrastrando dificultades importantes de relación, en este contexto pandémico pueden tener el impulso de hacer cambios en ello, ya sea consultando un especialista y/o planteándose la posibilidad de seguir un camino individual”, compara.
En ese sentido, la especialista llama a no perder de vista otro aspecto central que resulta útil recordar: “no importando lo difícil o desafiante que sea el contexto, todos podemos ejercer nuestra facultad para tomar decisiones, ya que siempre hay una brecha de posibilidad/oportunidad para gestionar los cambios que deseamos para nuestra vida, incluso en pandemia”. “Hay que entender que las relaciones de pareja, son pareja específicas, es decir, que cada pareja es finalmente única en sus características y por lo tanto, no es encasillable en una etiqueta”, reflexiona.
Finalmente, para mejorar la convivencia y satisfacción con la pareja durante este tiempo, Meza enumera algunas recomendaciones:
Ejercitar la flexibilidad: Poder aceptar que hay varias formas de hacer las cosas y que algunas veces no resultarán. Luchar por el poder puede ser muy desgastante y en una pareja si uno gana y el otro pierde, ambos pierden.
Trabajar en equipo: Complementarse, de modo de repartirse el costo de mantener la vida común en el día a día.
Contrarrestar la ansiedad y frustración: Buscar formas positivas de lograrlo, tales como reírse juntos, hacer alguna actividad entretenida compartida y también por separado. Resulta útil considerar ser capaz de activar experiencias agradables que ya hacen; crear otras nuevas o que dejaron de hacer; poner atención cuando esas experiencias ocurren; y valorarlas después.
Utilizar “la regla de los 10 minutos”: Esta propuesta de la psicóloga y experta en sexualidad Marieke Dewitte (Países Bajos), consiste en pactar 10 minutos para besarse y acariciarse. Si se genera la posibilidad de un encuentro sexual, genial; si no, la pareja estuvo en conexión el uno con el otro durante esos 10 minutos. Todos sabemos que el contacto físico entre las personas es una fuente importante de gratificación: permite calmar y contener.
Discriminar problemas: Diferenciar los que tienen y los que no tienen solución. Esto permite ajustar expectativas y actuar en concordancia.
Ejercitar la valentía: Al reconocer errores y recordar agradecer al otro cada muestra de esfuerzo, colaboración y empatía, se contribuirá en forma importante al bienestar de la relación de pareja, y obviamente, al propio también.
Dejar una contestacion