Un pago al Estado y una compensación económica por daño moral fue la sentencia dictaminada por el Segundo Juzgado de Policía Local de Temuco en favor de la afectada.
En un fallo que sienta un importante precedente en la región de La Araucanía y a nivel nacional, la Clínica Veterinaria Recabarren de Temuco fue sentenciada en primera instancia al pago al Estado de 5 unidades tributarias mensuales (UTM) y a una compensación económica de un millón de pesos a Fresia Curihual Garrido por la muerte de Likan (un gato de cinco años); siendo la primera de cuatro querellas en recibir sentencia por las denuncias interpuestas en contra de dicho centro clínico.
Juan Ariel Cárdenas, abogado defensor de la querellante, destacó que “esta sentencia es de suma importancia para los próximos procesos legales que la ciudadanía quiera interponer en contra de centros veterinarios, ya que deja de manifiesto que es posible hacer justicia mediante los recursos judiciales que actualmente tenemos a favor, tal como lo es la ley del consumidor”.
En este sentido, recalca el abogado, “algunos de los artículos por los que se dictaminó la culpabilidad de la veterinaria (art. 12 y 23 de la Ley 19496) tienen que ver con que no se respetaron los términos, modalidades ni condiciones de lo ofrecido al consumidor por la entrega o prestación del servicio, por lo que se procedió a bonificar el pago tal como lo estipula la ley”. Al respecto también indicó que “no es posible que estemos en el 2022 y exista una falta de legislación tan evidente respecto al tema de los animales que, para estos casos, son tratados como meros objetos, como muebles. Tampoco es comprensible que no exista una ley que permita fiscalizar a las veterinarias o determinar un mínimo estándar de calidad, lo que afecta de manera directa a los tutores que muchas veces deben utilizar los medios que tengan a mano para dar a conocer sus casos sin llegar a ninguna instancia legal”.
Sobre la afectación sicológica a la querellante destacó que “esta es una prueba más que nos indica que detrás del cuidado de un animal muchas veces existe una familia responsable que les trata como uno más de ellos; siendo el daño moral una secuela y un hecho real acorde en este caso pudimos establecer mediante pericias que este realmente existió. Por lo mismo se dictaminó una compensación económica que, si bien en ningún caso quitará el sufrimiento de toda una familia, ayudará a sopesar la pena de la misma”.
Fresia Curihual, querellante de la causa, recalcó que “este ha sido un proceso largo y bastante tortuoso. Aún así nunca bajamos los brazos porque creemos que hacer justicia por quienes no tienen voz es lo mínimo, más aún cuando la cantidad de casos que pudimos detectar durante este proceso de un año y medio, fueron mucho mayores a los que alguna vez pensamos. Que existan solo cuatro querellas es un tema de desconocimiento respecto de las acciones legales que los tutores pueden tomar, por lo que esperamos que este precedente los anime a exigir sus derechos y tomar acciones más allá de la funa o la denuncia”.
Finalmente Curihual destacó que “es necesario poder contar con opciones a las atenciones de urgencias. Durante marzo de este año tuve la oportunidad de reunirme en una audiencia con el Alcalde Roberto Neira y su equipo asesor quien, si bien manifestó su amplio compromiso con el tema de la protección animal mediante instancias y proyectos que beneficiarán a toda la comunidad en el mediano plazo, lamentablemente aún no considera una veterinaria que atienda durante la noche. En Temuco solo queda asistir a una opción aparte de la Veterinaria Recabarren lo que, para nosotros como querellantes y afectados, se transforma en una doble vulneración al no tener ninguna otra opción en caso de emergencia. Le presenté casos, un estudio realizado con vecinos de la comuna y le dejé de manifiesto cuáles son las necesidades y requerimientos que se desprendieron de esta encuesta. Con estos antecedentes y la actual condena a la Veterinaria Recabarren esperamos que la solicitud de una #veterinaria24horasparatemuco se pueda concretar”.
Mientras no entren al código sanitario no es mucho lo que se puede exigir a las clínicas veterinarias. Hay que procurar mejorar protocolos y edtandarizacion de servicios, sobretodo de urgencias. Esperamos que la atención municipal se vea reforzada con el convenio que se está llevando con Universidad Santo Tomás. Lo que está pensado en los ciudadanos más vulnerables. Por otra parte esperemos que prontamente retomen sus atenciones las universidades y que la población no espere a última hora para llevarlos a un centro de salud veterinaria.
Comparto con Pablo Toledo, pero me gustaría agregar que el Colegio Médico Veterinario está tomando acciones para poder minimizar este tipo de problemas que afectan tanto a nuestros colegas como a los tenedores de mascotas. El punto principal es la educación y poder enseñar deberes y derechos de cada parte. En necesario que cada parte involucrada conozca y entienda que Con Violencia no se puede llegar a un acuerdo y que solo son nuestras mascotas las que salen perdiendo.
Este es el caso de que ningún colega quiera atender 24 horas, ya que están expuestos a malos tratos, abusos y vejaciones que ningún profesional quiere aceptar… ¿quién pierde aquí? Nuestras mascotas.