Corporación Frontera llevó un taller teatral a personas privadas de libertad, como parte del proyecto “Arte, Memoria y Bienestar”, financiado por la convocatoria para organizaciones culturales focalizadas en desarrollo social local del Ministerio de las Culturas.
Una experiencia inolvidable en torno al teatro, vivió un grupo de 8 jóvenes entre 16 y 20 años del CIP-CRC Chol Chol, gracias al taller que organizó la Corporación Intercultural para las Artes Frontera.
En 8 sesiones, el profesor de teatro Carlos Belmar, mediante una metodología cercana y amigable con los jóvenes, les entregó herramientas para poder desenvolverse a través de metodologías teatrales.
Paulina Morales, presidenta de la Corporación Frontera, explicó que esta iniciativa se llevó a cabo gracias a la convocatoria para organizaciones culturales focalizadas en desarrollo social local del programa Red Cultura del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio al cual postularon con el proyecto «Arte, Memoria y Bienestar», gracias al cual llegaron a siete comunas de La Araucanía, con diferentes disciplinas artísticas.
Uno de los talleres finales fue con los jóvenes privados de libertad de este centro ubicado en la comuna de Chol Chol. La dirigenta cultural comentó que «para la corporación ha sido un desafío, siendo este el segundo año en que trabajamos en el CIP-CRC. Y nuestra motivación, es porque la sociedad está muy al debe con quienes llegan a este espacio. Nuestra asociación hace un bien focalizando estos talleres en lugares que están alejados de todo. A través del arte se pueden mejorar ciertos estados emocionales, por lo que sería ideal trabajar acá más seguido».
En tanto la seremi de las Culturas, Jeannette Paillan, reflexionó en torno a la relevancia de esta iniciativa, resaltando que “nos parece esencial este trabajo con jóvenes privados de libertad. El arte es un elemento transformador para todas las personas y se torna más significativo aun en el contexto que ellos viven y enfrentan, tanto para su formación integral como seres humanos sujetos de derechos y sobre todo para la salud mental, para mejorar sus vínculos y relaciones con el entorno y pensar, por supuesto, en su inserción en la sociedad”.
Los jóvenes están privados de libertad en el CIP-CRC Chol Chol y pertenecen al Colegio de Adultos Inapewma. La directora de este centro educacional, Claudia Garay, explicó que «en general, a los chicos les cuesta expresar lo que sienten, les cuesta quedar en ridículo si es que hay que hacer un juego, no son actividades que sean fáciles para ellos de trabajar, pero el profesor logró la confianza con el grupo y creó una atmósfera muy buena para los talleres».
Agregó la directora que el profesor les abrió una gama de posibilidades que fue más allá de solo actuar. «El taller les aportó confianza en ellos mismos, que podían lograr algo nuevo para ellos, presentarse frente a otros sin ser criticados. La autoestima sobre todo».
El taller cerró con una presentación donde fueron reconocidos por sus pares, «demostrando sus habilidades y validándose con sus compañeros», cerró la directora de Inapewma.
ENRIQUECIDOS
El destacado actor teatral Carlos Belmar llevó adelante este taller, experiencia que sintetiza como algo «incondicionalmente bello». Al respecto, Belmar declaró: «siento que los jóvenes se enriquecieron, ha habido un trasvasije de experiencias que uno ve cuando hace formación de público o hace un taller de teatro en un lugar abierto, con asistencia libre. Los chicos están en una situación de altísimo estrés, bajo un régimen bastante estricto, sin embargo, su experiencia la vuelcan y con el teatro, donde ellos encontraron algo que desconocían. Cada herramienta que fue entregada la tomaron con una riqueza que es de niveles insospechados».
El actor dijo que se trató de un hito muy grato dentro de su trayectoria, ya que «fue muy enriquecedor trabajar con jóvenes privados de libertad, donde se les permite ser libres, porque se le permitió soñar y viajar por otros lugares, por otras culturas».
Acerca del trabajo final, señaló que es un antes y un después para los jóvenes, por lo cual este tipo de experiencias debieran seguir realizándose. «Estas actividades hay que seguirlas desarrollando con mucha pasión, porque ellos están ávidos y disponibles para estas actividades y las aceptan y agradecen con todo el corazón», concluyó Belmar.
Créditos fotos actividades: Corporación Frontera.
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