El Dr. Sebastián Martínez, colocó un dispositivo, llamado shunt Vésico-Amniótico en el bebé que presentaba una malformación de la vejiga, siendo pionero en este tipo de intervenciones en el sistema público regional.
Un importante hito desarrolló el equipo de Alto Riesgo Obstétrico del Hospital Hernán Henríquez Aravena, al intervenir, dentro del útero de su madre, a un bebé de 19 semanas de gestación, con obstrucción en la vejiga, que hacía poco viable llevar a término el embarazo.
Según detalló el jefe del Servicio de Medicina Materno Fetal, Dr. Sebastián Martínez González, a cargo de realizar esta intervención, “La obstrucción urinaria presentada por este bebé, básicamente no le permitía hacer pipí dentro del útero, lo que significó que en su vejiga se fuera acumulando la orina y eso, a la larga, traería problemas a los riñones los que al nacimiento no serían funcionales, pudiendo causar graves daños renales e incluso la muerte antes de nacer o posterior a su nacimiento”.
La intervención realizada consistió en “poner un drenaje en la vejiga, para que el pipí que el bebé no podía evacuar de manera natural, saliera hacia afuera; algo muy similar a lo que se hace en adultos con obstrucciones que se les pone un drenaje desde la vejiga hacia afuera, con la diferencia que esta vez, se hizo hacia el útero de la mamá, lo que permite que el feto pueda hacer pipí y seguir desarrollándose”.
En Chile, los procedimientos invasivos intrauterinos son relativamente nuevos, de menos de diez años, y la mayoría concentrados en la capital del país, porque según explica el Dr. Martínez, “son pocas las pacientes que tienen este tipo de complicaciones y un factor relevante es que son pocos los médicos que están capacitados para realizar estos procedimientos, de ahí la relevancia de esta primera intervención intrauterina en el Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco”.
En casos como estos cuando los bebés no son intervenidos, tienen dos alternativas; la mitad fallece dentro del útero y, de la mitad que logra nacer, el 50% de ellos muere y la otra mitad queda en diálisis, otorgando una calidad de vida deficiente a quien recién ha nacido, por ello para el médico especialista, si bien “esta intervención lamentablemente no evita la insuficiencia renal, si es que los riñones ya estaban afectados; lo que hace es aumentar la sobrevida de estos pacientes en prácticamente un 80% que es a lo que apelamos como equipo médico, donde los riesgos son bajos si se estima que la mortalidad es cercana al 50% o 70% de aquellos no intervenidos, así que creemos que vale la pena jugarse la probabilidad para salvar la vida de quién está por nacer”.
Para el director del establecimiento asistencial, Heber Rickenberg Torrejón, “este procedimiento marca la puerta de entrada a este tipo de cirugías fetales en nuestro Hospital, en donde participan médicos, y un equipo multidisciplinario integrando a todo el Servicio Materno Fetal, que está pendiente de la paciente y son apoyados por psicólogas, asistentes sociales, que ayudan con la parte emocional de la paciente generando un proceso de acompañamiento, trabajo en equipo, que valoramos y destacamos”.
“Para haber sido la primera vez que se realiza esta intervención, estamos contentos con el resultado y esperamos que con esto se sigan realizando intervenciones de este tipo en nuestro hospital y se siga formando gente capaz de hacer estos procedimientos que no requieren gran infraestructura, pero sí la experiencia y motivación profesional” concluyó el Dr. Sebastián Martínez.
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