Alcalde de Renaico, hoy prófugo, realizó declaración a la opinión pública

En un escrito enviado a diversos medios de comunicación, el alcalde de Renaico, Juan Carlos Reinao, se refirió a la situación que vive tras acusación de delitos sexuales a 5 mujeres de diversas comunas las regiones del Biobío y Araucanía:

Soy Juan Carlos Reinao Marilao.
Nací y crecí en una comunidad mapuche de la Cordillera de Nahuelbuta, y gracias al apoyo de mi familia, he podido servir como médico y como Alcalde de la Comuna de Renaico, en ya 3 periodos.
De joven fui activista de la causa mapuche, pero al poco andar entendí que el diálogo es el único camino. Autoridades y vecinos de todos los sectores saben todo lo que he hecho por alcanzar la paz en la zona sur.
Pero hoy tenemos otro problema. Un enemigo que está penetrando con fuerza y que puede destruir para siempre las posibilidades de paz en la región: el narcoterrorismo.
Como alcalde y como dirigente mapuche, los he denunciado y combatido.
Y he pagado las consecuencias. Varios atentados, disparos a mi auto y mi hogar, amenazas continuas, así como otras situaciones ya conocidas y divulgadas por la prensa.
Hace poco, fui acusado de delitos de carácter sexual por un abogado conocido por sus relaciones con el hampa y con el mundo del narco, y que entre otras, tiene a su haber casi una decena de denuncias por robo, prevaricación, estafa, abusos sexuales, entre otras.
En mi contra, no se acompaña prueba alguna. Se reiteran historias antiguas, a las que nunca consideré necesario hacerles caso. Incluso algunas de ellas están sobreseídas y ni siquiera fueron presentadas por el fiscal.
La acusación más grave es de una mujer que dice haber sido violada un día en que yo estaba fuera de la región, dando una charla abierta, y de la cual hay múltiples registros (fotos, etc). Además, en los tiempos de la supuesta violación, la denunciante, siendo menor de edad, mantenía una relación de convivencia con un profesor, que fue denunciado por estupro, como consta en el expediente. Por tanto, no tengo ninguna relación con su caso.
De las demás acusaciones, no existe prueba alguna. Todos los días trabajo con hombres y mujeres de todas las edades, y no tengo problemas con nadie.
Durante mis 11 años como alcalde he sido objeto de tantos chismes y acusaciones, que si tuviera que ocuparme de ellas no podría trabajar. Ni los atentados contra mi vida me han detenido.
Hasta ahora, había evitado referirme a estos hechos, pero creo que ha llegado el tiempo de decir la verdad, y sobre todo, poner una luz de advertencia a toda la comunidad del uso y abuso de nuestro sistema judicial con aviesos fines (políticos, amenazas, agresiones por encargo, pasadas de cuenta).
Espero que la justicia no se deje llevar por las presiones mediática. Y que cuando vea el fondo, tenga el coraje de resolver el caso conforme a los hechos y al derecho.
En los últimos semanas he recibido múltiples amenazas. Sé también que hay personas que quieren sacar provecho político de esto, entre otras cosas, para quedarse con la comuna.
Dejo la verdad y los antecedentes a la vista de cualquier persona, para que cada uno se pueda formar su propia opinión de los hechos.

La opinión pública hasta ahora sólo ha conocido una versión muy parcial de los hechos. Esta situación hoy me afecta a mi, pero el día de mañana puede ser utilizado contra cualquiera autoridad o persona, sin necesidad de pruebas.
Estamos ofreciendo un espacio institucional para montar un proceso judicial paralelo, por medio de la prensa, en el cual se degrada a una persona ante la opinión pública, y generando un clima tan adverso que hace perder imparcialidad al propio tribunal. Esta justicia paralela, sin pruebas, que se alimenta de prejuicios (soy hombre, mapuche, soltero, de familia pobre, políticamente independiente, elegido con altas mayorías), no es sino una forma de sicariato comunicacional, que puede ser realizado sin consecuencia por los grupos más inescrupulosos de la sociedad.

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