Muchos vecinos y vecinas, la conocen como la abuelita Laureana, la de los tejidos de lana y crochet. Ella cumple mañana viernes 23 de junio, 100 años de vida… ¡Claro! Es un honor hablar acerca de una persona que cumple 100 años de existencia. Alcanzar esta notable edad es un verdadero tesoro de vida y merece ser reconocido y celebrado.
Una persona que llega a los 100 años ha vivido a lo largo de un siglo y ha sido testigo de una gran cantidad de acontecimientos históricos, cambios culturales y avances tecnológicos. Su experiencia y sabiduría son invaluables, ya que han presenciado y vivido momentos que la mayoría de nosotros solo conocemos a través de libros y relatos.
La vida de esta persona ha estado llena de historias y lecciones que pueden inspirar a generaciones más jóvenes. Ha pasado por diferentes etapas de la vida, superando desafíos, celebrando logros y creciendo personalmente a lo largo del camino. Ha visto cómo el mundo ha evolucionado y ha sido testigos de cómo la sociedad ha cambiado a lo largo de los años. Ha visto crecer a sus hijos y también a sus nietos. Ha sabido también de duros golpes del destino, la pérdida de su compañero con quien estuvo unida por más de 63 años, don Domingo Campos Espinoza.
Es fascinante escuchar sus historias y anécdotas sobre tiempos pasados, y cómo han enfrentado los desafíos y ha perseverado en diferentes situaciones. Su conocimiento y perspectiva pueden proporcionar valiosas lecciones de vida y enseñanzas sobre la importancia de la resiliencia, el amor, la amistad y el valor de los lazos familiares.
Le conocimos ya en avanzada edad, vendiendo el fruto de su trabajo que hasta el día de hoy lo realiza, sus tejidos en lana y crochet, como asimismo otros puntos.
Al llegar a los 100 años, la abuelita Laureana del Carmen Vásquez Ponce, también es un recordatorio de la importancia de cuidar nuestra salud y bienestar. Mantenerse física y mentalmente activo, mantener una alimentación saludable y tener una actitud positiva son factores que pueden contribuir a una vida larga y plena.
Celebrar el centenario de vida de alguien implica reconocer y honrar su contribución a la familia, la comunidad y la sociedad en general. Es una oportunidad para expresar gratitud por su presencia y para rendir homenaje a su longevidad.
En resumen, una persona que cumple 100 años es un tesoro de vida… ella es eso. Su existencia es una fuente de inspiración y sabiduría para las generaciones futuras. Nos recuerda la importancia de valorar cada momento y vivir una vida significativa.
Felicidades a la abuelita Laureana, por alcanzar este maravilloso hito y por su invaluable legado.
(Mario Grandón Castro)
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