El proyecto fue financiado por CONADI y contó con la colaboración de la Mesa Intersectorial de la Mujer Mapuche, la Fundación Instituto Indígena y el Instituto Nacional de Derechos Humanos INDH, y su estreno se realizó en la casa central de la Universidad Católica de Temuco.
Con el objeto de rescatar los testimonios de vida de 4 mujeres mapuche rurales de la Región de La Araucanía, sobre una época de la historia del Pueblo Mapuche muy poco conocida por la sociedad chilena, donde fueron violados los derechos humanos y que hoy en día sigue impactando en la cotidianeidad del país, se realizó este documental protagonizado por Lucy Traipe Avendaño, Elisa Avendaño Curaqueo, María Marinao Amulef y Ana Llao Llao, quienes relataron sus testimonios y cómo esa época y lo que vivieron, les marcó para toda la vida.
Historias vivas
“Las que fuimos protagonistas de este documental tuvimos la oportunidad de decir las cosas tal como queremos que sean escuchadas. Fue un trabajo bastante interesante, bonito, se trata de historias vivas, son relatos de nosotras mismas, lo que hemos vivido. Ojalá se sigan haciendo documentales de este tipo para más gente que también vivieron esto, porque yo creo que lo que nosotros hablamos ahí no fue nada en comparación de otra gente que vivió la crueldad más grave, por ejemplo, de familiares detenidos y desaparecidos”, señaló Lucy Traipe Avendaño, ex funcionaria de CONADI, perteneciente a la comunidad mapuche Manuel Chavarría.
“Creo que en Chile aún falta más conciencia de lo que se vivió, más organizaciones sociales que se preocupen de estos temas. Por ejemplo, cuando tuvimos la oportunidad de contar con una nueva constitución no lo aprovechamos y fue muy doloroso para mí, porque veo que así nunca vamos a poder tener una estabilidad como país”, indicó María Marinao Amulef, quien se desempeñaba como funcionaria del Banco Estado en 1973 y vivió como exiliada en Rumania y Suiza.
“CONADI es la institución única en el Estado que se encarga del quehacer de los pueblos originarios, y en este territorio trabaja específicamente para el pueblo mapuche. Respondiendo a esa gran responsabilidad nos corresponde mantener la memoria viva y entregar a las nuevas generaciones parte de nuestra historia, que también se cruza con los momentos políticos que ha tenido la Historia de Chile. Entonces, un hecho tan relevante como el golpe militar y la dictadura, que en este año se conmemoran 50 años de este suceso, es importante que se entienda que el pueblo mapuche y los pueblos originarios también se vieron afectados de distintas formas, en distintas dimensiones”, explicó Ingrid Conejeros Montecino, jefa de gabinete de la Subdirección Nacional Sur de CONADI.
“Esta fue una experiencia única debido a que, como se dijo, nunca hubo un registro, menos de mujeres mapuche que hubiesen experimentado lo que fue la dictadura y el golpe militar, y así transmitirles a los jóvenes el mensaje de estas lamgen y despertarles de la realidad en que viven actualmente”, señaló Carla Santos Santos, trabajadora social, coordinadora de esta iniciativa y representante del Observatorio de Salud según Género y pueblo Mapuche de la Universidad de La Frontera.
Diálogo intergeneracional
“Pensamos que el diálogo intergeneracional hoy día resulta fundamental como ejercicio de memoria, también como ejercicio que promueve la protección de los derechos humanos, en especial cuando participan mujeres que fueron grandes defensoras por los derechos humanos, que nos pueden contar su historia, que nos pueden contar también cómo se fueron articulando, cómo fueron recuperando procesos sociales, tejidos sociales, para avanzar en la recuperación de la democracia y la posterior lucha, tanto para la instalación de la ley indígena como los diversos procesos que ya se dieron en nuestro país en democracia”, agregó Sol Kaechele Mellado, Seremi de la Mujer y Equidad de Género Araucanía.
“La dictadura militar impactó fuertemente acá en el territorio, destruyó todo el tejido social y eso sin duda repercute hasta el día de hoy. Entonces ha costado mucho más que en otros territorios del país, volver a confiar, a articularse, porque está en la memoria reciente de las personas, de las familias que desaparecieron, familias completas. Y el impacto en las comunidades mapuches quizás no es tan conocido, pero si uno analiza otros documentales que hay a disposición, se ve, por ejemplo, en Lautaro, precisamente, Galvarino, todas las zonas de ahí, como mujeres perdieron cuatro o cinco hijos, o esposos. Entonces, creo que eso ha sido un factor también, por un lado, para que se puedan reorganizar, y, por otro lado, lo que vemos en el escenario actual”, puntualizó Soledad Molinet Huechucura, profesional del Instituto Nacional de Derechos Humanos.
Tanto las protagonistas del documental como las realizadoras coincidieron en que se espera que “Pu zomo ñi mogen dictadura mew: La vida de las mujeres mapuche en dictadura”, contribuya a la reflexión en torno a lo vivido en ese momento histórico y, al mismo tiempo, mantener vivo, para la posteridad, estos relatos en primera persona de una generación de mujeres mapuche que supieron sobreponerse y reinventarse a partir de esos dolores.
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