El parlamentario valoró el rol que tendrá los expertos, aunque precisó que existen otras problemáticas que pudieron ser vistas en el Congreso.
El diputado independiente, Stephan Schubert, dio su visión al inicio del nuevo proceso constituyente en que expresó los aspectos positivos y negativos que tiene este segundo intento por cambiar la actual Carta Magna de 1980.
Primero, remarcó que el acto comenzó sin que nadie fuera disfrazado: “Acá se respetó un acto republicano, el himno, nadie fue disfrazado, y eso ya marca una importante diferencia a lo que fue el proceso anterior, que por algo terminó fracasando”.
Después, el parlamentario añadió en Radio Usach el rol de los expertos. “Tengo muchas expectativas, porque es gente que sabe y se va a encargar de poner los puntos que sean relevantes para abordarlo con las personas que salgan electas en mayo”, aseguró.
Sin embargo, el representante por La Araucanía apuntó que no tienen una conexión con la ciudadanía y que aquello podría influir. “Ellos fueron elegidos por los partidos políticos, por lo que mayoría no sabe cuánto influirá la ciudadanía, que en diciembre decidirá si aprueba esta propuesta o no”, continuó.
En esa línea, fue cauto al precisar que los cambios no se harán de inmediato en caso de aprobarse la propuesta: “Al igual que el proceso anterior, muchos pensaban que si se aprobara, los cambios serían evidentes al día siguiente. Y no es así. Si se aprueba, pasará un tiempo para que eso ocurra porque estará muy de la mano con el rol del Congreso”.
Además, reconoció que no es partidario de este proceso. “Yo como miembro de la bancada republicana, todo este proceso fue elaborado por el Oficialismo y Chile Vamos, que pese a insistir en varias ocasiones por un Plebiscito de Entrada, lo desestimaron y sellaron este acuerdo”, recalcó.
Asimismo, el diputado Schubert aclaró que este proceso “a mí no me agrada, en el sentido, porque creemos que existen otras urgencias que resolver ahora y esto nos está distrayendo. Si es necesario hacer cambios y lo pudimos haber hecho con reformas constitucionales y todo eso se hubiese dejado en manos del parlamento”.
Finalmente, sostuvo en cómo tomarán las personas este proceso. “Las encuestas nos dicen que hay un interés de la gente en participar, pero no sabemos si en diciembre, previo al Plebiscito de salida, habrá ese mismo entusiasmo debido a las otras urgencias que hay en el país”, remató.
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