La autoridad regional se reunió con equipo directivo del Colegio Santa Cruz que se comprometió con ser una alternativa para estudiantes con necesidades especiales.
Ansiedad sería el adjetivo que define lo vivido en el Colegio Santa Cruz de Victoria, a inicios de semana, oportunidad en que se hizo oficial el ingreso a clases de Agustina Pradenas Ferreira, estudiante de 5 básico que tras la solicitud del establecimiento y gestiones desde el nivel regional del equipo de Admisión Escolar y la Seremía ante la Subsecretaría de Educación, lograron un cupo adicional que permita a la estudiante concretar su educación básica presencial durante el presente año.
En la oportunidad, la seremi de educación María Isabel Mariñanco destacó que el colegio se haya comprometido con el cupo adicional para la estudiante dando respuesta a una solicitud de la familia ante la imposibilidad de conseguir un establecimiento que respondiera a los requerimientos de infraestructura en el sector municipal.
“El colegio Santa Cruz de Victoria es el único que ofrece las condiciones a los niños con necesidades especiales, no sólo en infraestructura sino también dando un espacio de respeto y aceptación que es vital para el desarrollo de una sana convivencia”, indicó Mariñanco
Por su parte, José Basly, director del establecimiento, indicó que desde enero conocieron la situación de Agustina, no obstante en marzo se contactaron con la familia para iniciar los trámites de solicitud de un cupo adicional ante la coordinación regional de admisión escolar.
“Para nosotros es esencial la integración, tenemos 9 niños con síndrome de down, 9 con TEA y otros 2 niños que también son pacientes Teletón por lo que no fue difícil acceder a la solicitud del apoderado (…) sin embargo, con recursos propios vamos a contratar a una asistente de aula que nivele a Agustina en los aprendizajes”, precisó el director.
Desde el equipo regional de Admisión Escolar precisaron que es importante que la comunidad entienda que las solicitudes de sobrecupo son una medida excepcional establecida en la normativa vigente, las que tras análisis en cuanto a necesidades educativas, deben ser canalizadas a través del propio establecimiento, pues el protocolo impide que sea el equipo SAE o la Seremía quien imponga cupos adicionales a los establecimientos, en atención a salvaguardar los aspectos de habitabilidad y espacio necesarios para un buen desempeño de la labor educativa en el aula.
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