El Póker Texas Holdem es un juego de azar que requiere de una estrategia para poder tener éxito, ya que no se trata solamente de suerte. Todo jugador debe tener como primer objetivo establecer una modalidad de juego en la que pueda vencer a sus rivales con el menor riesgo posible.
Es necesario ser impredecible, de este modo los oponentes no podrán predecir si tienes una buena mano o no, por lo que tu estrategia debe estar fundamentada en esto. Para convertirte en un experto tienes que saber evaluar los factores que determinan una jugada, las formas de jugar una mano y obtener experiencia con el día a día.
A continuación, se muestran las reglas básicas para jugar al Texas Holdem Poker en un casino:
Escoger una buena posición
Una de las estrategias más importantes del Texas Holdem es elegir una posición adecuada, pues mientras mejor sea el lugar, mejores cartas obtendrás. En toda partida de póker, el dealer es el rival más fuerte, ya que es la última persona en hacer una puesta y observa cómo se desarrolla el juego.
Este jugador posee más información que los demás, por lo que puede predecir un resultado con mayor exactitud si sabe sacar provecho de ella.
Aquel que se encuentra del lado derecho del dealer es conocido como cutoff y algunos expertos afirman que su poder supera al del dealer. El motivo es que su posición le permite aumentar la apuesta e impedir que el primero pueda desarrollar su juego.
Los jugadores que se encuentran en los primeros puestos están en desventaja con los demás, ya que no poseen suficiente información como para hacer una jugada arriesgada. Por lo tanto, la posición es uno de los elementos más importantes en el póker.
Usar un estilo de juego agresivo
Una de las maneras más convincentes para enfrentar a un rival es dejar de ser conservador y ser el que obligue a los demás a doblar sus apuestas. No hay que igualar, ya que esta estrategia se basa en doblar las apuestas que hacen los demás.
Normalmente, aquellos jugadores que tienen un perfil conservador se retiran en la primera ronda, lo que servirá para quedar solamente con aquellos que tienen manos fuertes. El nivel de experiencia será el único recurso disponible para continuar en la misma ronda, por lo que hay que saber si se tiene o no posibilidades de vencer a los demás.
Variar la estrategia de juego
Las personas con amplia experiencia en el póker saben predecir el juego de sus oponentes. Durante la primera ronda pueden ver si están compitiendo contra alguien conservador o impulsivo debido a sus gestos y lo que hace con sus cartas.
Identificar a un rival ayuda a vencer en Texas Holdem, ya que permite conocer si su mano realmente es mejor y evita hacer apuestas en dónde no se tienen posibilidades de ganar. Por este motivo, es necesario cambiar el estilo de juego para que no puedan predecir la jugada durante todo el encuentro.
No importa la experiencia en el póker, en Texas Holdem es crucial evitar los riesgos y sacar provecho de las oportunidades. Mantén el control del juego en todo momento, hay que cambiar la forma de jugar las cartas, especialmente si son rivales que han sido enfrentados antes.
Por ejemplo, si jugador es conservador, lanzar un farol servirá para ver cómo responden los oponentes a lo largo de la ronda.
Crea una distracción
Un farol es una estrategia de juego que los apostadores más hábiles utilizan en el póker. Por ejemplo, hacer un All-in como última opción cuando ya se está involucrado lo suficiente en un juego o para intimar a los rivales desde el inicio. Este tipo de acciones suelen hacer creer a los rivales que la mano es buena cuando realmente no es así.
La distracción es ideal en el Texas Holdem siempre y cuando ya estén cuatro cartas reveladas sobre la mesa. Ya que, es claro que el juego está casi desarrollado en su totalidad y hace creer que la mano es buena.
Tampoco se debe dejar de lado que esta misma estrategia puede ser utilizada en contra, por lo que se tiene que estar preparado para evadirla.
Para lanzar un farol es mejor ser el último de la mesa, ya que se podrá ver cómo ha sido el desarrollo de la ronda y predecir si realmente hay cartas buenas o no en la mesa. De lo contrario, se corre el riesgo de que los demás jugadores acepten o aumenten aún más la apuesta.
No abuses de los All-in
Un All-in es una estrategia atractiva aunque también arriesgada, ya que permite conseguir muchas fichas del rival o perder todo lo logrado hasta el momento. Por lo tanto, hay que mantener el control de las emociones en todo momento a menos que existe seguridad de que se posee una mano ganadora.
Si durante una partida de póker se ha mantenido el perfil de un jugador conservador, lanzar un All-in hará creer a los oponentes que la mano es buena cuando en realidad no es así. Hay que convencer a los rivales cada vez que se jueguen las cartas, así no estarán listos para un farol de este tipo.
El póker es un juego popular en los casinos que requiere de cierta habilidad y conocimientos para poder tener posibilidades de ganar. Por lo tanto, se deben aplicar cada una de estas estrategias para tener el control del juego en todo momento y conseguir la mayor cantidad de fichas posibles.
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