Independiente del origen de las responsabilidades, lo concreto es que en la Región Metropolitana cerca de 95 mil hogares no cuentan con suministro eléctrico, producto del evento climatológico que afectó la zona central de nuestro país. Por lo mismo, hemos visto cómo muchas familias han debido eliminar productos para así evitar posibles intoxicaciones alimentarias.
¿Cómo podríamos reducir estas pérdidas? Una alternativa es medir la temperatura de las carnes y productos congelados. Si esta no excede los 4°C, es apta para consumo, y la recomendación es cocinarla de manera inmediata para alargar su vida útil. Luego, mantener estos alimentos en un cooler provisto de hielo o dispositivos que permitan conservarlos entre 6 y 8°C, y de esta forma, consumirlos hasta dentro de un lapso de 3 días. Es también recomendable adquirir alimentos en conserva que puedan mantenerse sin refrigerar, aunque si se abren también deben mantenerse refrigerados.
Finalmente recordar adquirir sólo la cantidad de alimentos que efectivamente vamos a consumir en el corto plazo, ya que con ello se evita la pérdida y desperdicios de alimentos en general y, especialmente, en casos fortuitos como este. El consejo es realizar compras organizadas en base a un menú semanal y calculando las personas presentes en el hogar.
Liliana Maier N.
Experta en inocuidad alimentaria, académica UST
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