Ante una vibrante presencia juvenil en el Aula Magna de la U. Católica de Temuco, la compañía Plataforma Azul presentó por cuarta ocasión esta propuesta que mezcla ciencia, mente y arte para desplegar el último sueño de un ser humano antes de morir. Tras la presentación, la directora de la obra, Kattya Soto, comentó detalles de la producción.
Silencio y concentración absoluta vivieron los asistentes al Aula Magna de la Universidad Católica de Temuco para vivenciar una experiencia sensorial y artística como fue Ecos, propuesta creada por el colectivo artístico Plataforma Azul en 2020, que se presentó por cuarta vez en la región el pasado 24 de abril.
El espectáculo, que bordeó los 60 minutos de presentación, puso a prueba los sentidos de los asistentes, ello tras comenzar con fragmentos de video danza que dejaron en claro que lo que venía en adelante haría dudar de la realidad, confundiendo lo consciente con el sueño.
Luego vino la puesta en escena, que a través de la expresión corporal y con apoyo audiovisual, lograron abarcar temas como lo panóptico, la enajenación a través de las redes sociales, el libre albedrío o la alegoría de la caverna.
Frente a cómo nació esta propuesta, la directora de Ecos, Kattya Soto, comentó en el conversatorio posterior a la obra: ”Se supone, según la ciencia, que los últimos seis minutos más o menos desde que uno muere, la conciencia sigue viva gracias al sistema nervioso central. Entonces pueden seguir soñando. Y esto es lo que sucede. Son las distintas etapas de vida de esta persona. En lo último de su sueño desaparece”.
A ello, Soto agrega: “Se trata del sueño. Este caminante está en su mente, en su inconsciente. Por eso es un viaje más hacia lo primitivo, de lo que está escondido dentro y que aparece en los sueños”.
Otro punto destacable es la sincronización de los cuerpos danzantes, que lograron generar una sinergia además con la iluminación y la banda sonora. La diseñadora escénica, Margarita Rojas, relató el trabajo que realizó en compañía del asistente de dirección, Carlos Retamales: «La puesta en escena es como un sueño, entonces fue igual un gran desafío, porque fue mi primera vez haciendo diseño escénico, aprendiendo y haciendo. Y no era uno, sino que eran muchos escenarios, son ocho universos. Cada universo es muy distinto, como en los sueños, uno como hace saltos a otro lugar y no entiende nada”.
Continuando con el trabajo colaborativo para lograr una pulcra presentación en el escenario, uno de los artistas confesó que realizaron ejercicios “de acuerdo a cómo respiramos, sentirnos, mirarnos entre nosotros, escucharnos, hasta olernos. Hay un ejercicio muy bueno que fue salir de la sala de ensayo y simplemente sentarse o caminar, caminar por la calle, por el centro. Esto se extrapola a lo cotidiano, no solamente a la sala de ensayos. Así logramos este ejercicio de sincronización que presentamos a ustedes”.
Entre los detalles de producción, Rojas, quien también es una de las bailarinas junto a Margarita Rojas, Christopher Sepulveda, Martín Soto, Roxana Villarroel y Hector Garrido, señaló que el diseño de vestuario fue creado según paletas de colores. “De todos los universos elegimos una paleta de colores para los trajes, y la idea era que se pudieran teñir con la luz del escenario. La idea es que la luz agarrara un poco en nuestros cuerpos Todos los intérpretes somos distintas caras de una misma persona. Por eso el traje es similar, pero no es igual».
Para finalizar, Kattya Soto respondió a una de las preguntas de la audiencia, en referencia a cómo fue crear esta propuesta, y si se involucró “más mente o más cuerpo”. La directora sentenció: «Nosotros siempre nos centramos un poco más en crear desde el cuerpo y desde lo que sentimos, y desde ahí comenzar a crear. Si lo ponemos en esos polos quizás podríamos decir que es un poco más alma que cuerpo. Pero claro, después rápidamente nos vamos pasando a la mente y esta creación es la última etapa de la vida de una persona que muere, que está en su último sueño”.
Disfruta lo que fue Ecos ingresando al siguiente enlace.
Plataforma Azul
«Esta compañía comenzó en 2017 con clases, algunas obras, y estos últimos dos años hemos estado con un poco más de trabajo, con creaciones y más gente en el equipo.
Ecos nació en Pandemia en 2020 con la necesidad de expresión. Todos sabemos lo que pasamos en pandemia. Se generó una muestra en 2021 en una función virtual. Fueron dos funciones virtuales en vivo, ya que no podía haber gente, pero si nos seguíamos reuniendo. Para no cortar este proceso generamos el videodanza que vieron al comienzo.
Fueron solo un par de escenas, ya que la muestra completa se realizará en Casa Varas en agosto de este año.
En 2023, decidimos retomar este proceso con un nuevo elenco, maravillosos, y presentamos en el Festival Magma de Danza Contemporánea, que nosotros también organizamos.
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