En las ciudades modernas, la conectividad y el acceso a un sistema de transporte eficiente son claves para mejorar la calidad de vida de las personas. Sin embargo, en muchas urbes, incluido Temuco, el tiempo que pasamos en el tráfico se ha convertido en un problema cotidiano que afecta nuestra productividad y bienestar. Según diversos estudios, los habitantes de ciudades de tamaño medio, como Temuco, pueden llegar a invertir alrededor de 1,5 horas al día en desplazamientos entre el hogar y el trabajo. Este número, a simple vista, podría parecer razonable, pero si lo proyectamos anualmente, estamos hablando de más de 16 días perdidos únicamente por efecto del traslado.
Esos 16 días podrían ser tiempo valioso que podríamos estar dedicando a nuestras familias, a nuestro desarrollo personal o simplemente a disfrutar de nuestra ciudad. El tráfico, sin embargo, no solo nos roba tiempo, también genera estrés, afecta nuestra salud mental y física, y contribuye al deterioro del medioambiente a través de las emisiones de gases contaminantes. De acuerdo con el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) desarrollado por el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la PUC y la CChC, las condiciones en la ciudad de Temuco en términos de conectividad y movilidad empeoraron entre el 2022 y 2023.
La solución a este problema no es simple, pero no por eso es inalcanzable. Para mejorar la movilidad urbana, es esencial avanzar hacia sistemas de transporte público más eficientes, accesibles y ecológicos. Ciudades de todo el mundo han apostado por modelos que priorizan el transporte colectivo, las ciclovías, y la creación de espacios amigables para peatones. Un Temuco mejor conectado no solo nos permitirá reducir el tiempo que pasamos en el tráfico, sino que también nos ofrecerá una ciudad más sostenible y agradable para vivir.
Pero no se trata únicamente de infraestructura. Es fundamental que nuestras ciudades se planifiquen considerando las necesidades de todos sus habitantes. En este sentido, la participación femenina en la planificación urbana es crucial. Las mujeres juegan un rol central en la organización de los hogares y las comunidades, y su experiencia en el uso del transporte público, en la movilidad diaria con niños, y en el acceso a los servicios esenciales debe ser escuchada y valorada. Históricamente, los espacios urbanos han sido diseñados por y para hombres, sin tomar en cuenta las distintas formas en que las mujeres viven y se desplazan por la ciudad.
Incorporar más mujeres en los procesos de planificación de nuestras ciudades no solo es un acto de justicia, sino una necesidad para diseñar espacios más inclusivos y funcionales. Un enfoque que tenga en cuenta las diferencias de género puede contribuir a crear ciudades más seguras, con mejor distribución de los recursos y servicios, y con una movilidad más equitativa. Además, las mujeres que participan en estos procesos aportan una mirada más amplia que beneficia a toda la comunidad.
Es hora de que trabajemos juntos para construir ciudades más humanas y conectadas, donde el tiempo de traslado deje de ser una carga y donde todos, sin importar nuestro género, tengamos la oportunidad de aportar al desarrollo de los espacios que habitamos. Si queremos mejorar la movilidad y conectividad de Temuco, necesitamos apostar por soluciones innovadoras, pero, sobre todo, por una mayor participación y representatividad en la toma de decisiones.
Daniela Quintana Quintana
Secretaria Académica
Facultad de Arquitectura, Construcción y Medio Ambiente
Universidad Autónoma de Chile, Sede Temuco
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