El senador destacó que este modelo ya funciona en otros países, y ha hecho más eficiente la persecución al crimen organizado. Con esta modificación, el fiscal nacional podrá nombrar una persona de su confianza como fiscal supraterritorial, pero además “inmiscuirse” en el proceso persecutorio y ordenar diligencias directamente, detalló el parlamentario. El proyecto fue aprobado en general por la sala de la Cámara Alta.
En sesión de sala, el senador Francisco Huenchumilla votó a favor del proyecto de ley que incorpora a la Fiscalía Supraterritorial –organismo específico para la persecución del crimen organizado– en la Ley Orgánica del Ministerio Público, con el fin de permitir que sea el propio fiscal nacional quien nombre como fiscal supraterritorial a una persona de su confianza, además de poder darle órdenes directas.
Esta estructura ya existe en los sistemas persecutorios de otros países –por ejemplo, Colombia– y su incorporación ha dado buenos resultados en la persecución del crimen organizado, según lo estudió en su momento la Comisión de Constitución del Senado.
En el debate, el senador Huenchumilla destacó que “la esencia de este proyecto y de la reforma constitucional, es que nosotros estamos transformando al fiscal nacional en el verdadero zar de la persecución del crimen organizado”, indicó.
Nuevas competencias
El parlamentario detalló que la iniciativa introduce un nuevo modelo, que da al fiscal nacional “dos nuevas competencias centrales: una, que él va a nombrar una persona de su confianza como fiscal supraterritorial (…) pero lo más importante, a mi juicio, es que el fiscal nacional podrá dar a este fiscal supraterritorial instrucciones particulares”.
Según el senador, ello implica que el fiscal nacional podrá “meterse en el proceso penal, inmiscuirse (…) hacer un seguimiento al proceso penal, y decirle, mire fiscal supraterritorial, yo le ordeno, porque es una orden (…) usted me va a hacer tales y cuales diligencias concretas y particulares en este proceso que usted está llevando”, explicó.
Para el legislador, aquello implica “una tremenda responsabilidad, porque significa que nosotros estamos implantando un nuevo modelo en Chile, procesal penal, respecto del crimen organizado y de los delitos de alta complejidad”.
A su vez, el senador aclaró que con este cambio “no estamos modificando el resto de la persecución de los delitos comunes, que están tipificados en nuestra legislación, y que seguirán actuando a través de las fiscalías regionales, tal como está sucediendo hasta la actualidad. Aquí lo que estamos innovando es respecto del crimen organizado y delitos de alta complejidad”.
Otras experiencias
Pero esta modificación se realizó con el respaldo de otras experiencias en la persecución del crimen organizado; así lo explicó el legislador.
“La reforma constitucional que se tramitó el año pasado (y que creó la Fiscalía Supraterritorial), fue producto de un estudio acucioso que se hizo en la Comisión de Constitución (…) se invitó al fiscal nacional de Colombia, quien vino e hizo una exposición de las experiencias que habían tenido en Colombia respecto de este modelo, en virtud del cual el fiscal nacional daba instrucciones particulares”, recordó.
“Nos pareció la experiencia que trajo para acá el fiscal de Colombia, en el sentido que allá, en ese país que tiene mucho crimen organizado, había dado sus frutos para avanzar en un proceso mucho más ágil y sostenido”, consideró el legislador.
“Figura política”
Por último, el parlamentario advirtió que con esta modificación el fiscal nacional “se va a convertir en una figura política, que tendrá que verse en su momento, cuando se cambie el fiscal, si las instituciones van a estar a la altura de las responsabilidades que se le dan al nuevo fiscal nacional, para elegir adecuadamente y no equivocarse, respecto de la persona que nosotros queremos que conduzca la investigación y el combate al crimen organizado”, concluyó.
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