- Junto a CMPC, estudiantes y apoderados sembraron en agosto último arvejas en un terreno de 8.000 m² que sirve como cortafuegos para la escuela. Hoy llegó el momento de la cosecha con un importante aprendizaje de por medio.
Fue un proceso hermoso de contacto con la naturaleza y de crear conciencia sobre la importancia de la prevención de incendios rurales. La Escuela Municipal Rural G-164 Quetrahue de la comuna de Lumaco y CMPC unieron fuerzas el pasado agosto para iniciar una plantación participativa de arveja con fertilización orgánica en base a compost en una franja de terreno contemplada como cortafuego alrededor del establecimiento educacional, denominada área de interfaz.
Esta tarea implicó no solo reforzar el compromiso con la protección medioambiental, sino también la colaboración activa de todos los miembros de la comunidad educativa al aportar en la construcción de este denominado “cortafuego verde”.
Llegado diciembre, llegó la hora de la cosecha, donde los 25 estudiantes, de primero a sexto básico, recolectaron las arvejas para el consumo de toda la comunidad educativa de Quetrahue, incluyendo a estudiantes, profesores y el Centro de Padres y Apoderados, quienes fueron parte de este proyecto impulsado por CMPC. “Este fue un escenario nuevo de aprendizaje para los niños, con la siembra y la cosecha en todas sus etapas. También pudieron valorar el trabajo agrícola que comúnmente hacen sus familias. Fueron muchos hitos que han nutrido el conocimiento a nuestros estudiantes, quienes aprendieron sobre los cultivos, la siembra y la autoprotección”, destacó Patricia Castillo, profesora encargada de la Escuela Unidocente de Quetrahue.
Este esfuerzo conjunto no solo promovió la educación ambiental práctica, sino que también fortaleció los lazos comunitarios, generando un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida hacia la tierra y el entorno.
“Como CMPC buscamos que los padres y apoderados se involucraran en el proyecto, pero principalmente nos interesaban los niños, los cuales trabajaron desde un principio muy activamente”, apuntó Fidel Curilem, jefe de Área de Relacionamiento Territorial CMPC de Lumaco. Curilem agregó que “si bien la siembra se hizo con bueyes, ellos fueron partícipes de la actividad de forma manual, como parte de su enseñanza pedagógica. Aprendieron del cultivo de los cereales, en este caso, de una legumbre como es la arveja, interiorizándose del proceso completo, desde la preparación del suelo, luego la siembra y posteriormente la cosecha”.
¿Por qué funciona como cortafuego?
La arveja Utrillo es un tipo de leguminosa conocida por su capacidad de mejorar la calidad del suelo y por su resistencia a condiciones climáticas adversas. Ya realizada la cosecha, los restos de la biomasa serán incorporados al suelo, enriqueciendo así la tierra y fomentando prácticas agrícolas sostenibles. De hecho, se está evaluando la posibilidad de establecer un cultivo adicional para mantener la superficie verde durante los meses de verano, asegurando así la continuidad del proyecto y el beneficio para el ecosistema local al evitar que avancen los incendios rurales.
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