Confianza de los consumidores se recupera y la de empresarios desciende en La Araucanía

Los índices elaborados por la Universidad Autónoma -junto a Sofofa y la Multigremial Araucanía- mostraron en julio visiones mixtas respecto al futuro de la economía.

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Tras una racha de cinco meses de descensos, la confianza de los consumidores de la Región de La Araucanía muestra un notable repunte. En julio de 2025, el Índice de Percepción del Consumidor (IPeCo) -generado por la Universidad Autónoma, Sofofa y la Multigremial Araucanía- se disparó 4,2 puntos, alcanzando los 48,5, lo que le permite salir del terreno pesimista y volver a la zona neutral.

Este repunte ocurre tras un semestre de fuerte volatilidad en la confianza de los consumidores. El año había comenzado en enero con un nivel moderadamente optimista (72,8 puntos), pero a partir de marzo el indicador retrocedió de manera sostenida, hasta caer en junio a 44,4 puntos, en la franja levemente pesimista. De esta forma, la recuperación de julio debe interpretarse más como un respiro coyuntural que como una tendencia consolidada.

Esta recuperación se debe casi por completo a una mejoría en la percepción de la situación económica actual. El Índice Coyuntural, que mide esta área, subió 13,7 puntos, impulsado por su componente más volátil, que se disparó 24,6 puntos. Sin embargo, este optimismo convive con una visión cautelosa sobre el futuro.

En un contraste marcado, el Índice de Expectativas continuó su trayectoria descendente, cayendo 2,2 puntos y entrando por primera vez en el año en el terreno «Levemente Pesimista». Esta baja se explica por el desplome de la percepción sobre la Situación Económica Futura, que alcanzó un nivel «Muy Pesimista». A pesar de esto, las expectativas personales sobre el Ingreso Futuro y el Desempleo Futuro se mantuvieron notablemente resilientes.

El contraste entre coyuntura y expectativas se acentuó en julio: mientras el Índice Coyuntural alcanzó 54,9 puntos (neutral) gracias a la mejora en la situación económica actual (72,2 puntos, moderadamente optimista), el Índice de Expectativas se situó en apenas 44,3 puntos (levemente pesimista), arrastrado por la fuerte caída de la situación económica futura hasta 16,7 puntos, uno de sus valores más bajos en la serie.

El análisis por estrato socioeconómico revela un comportamiento diverso. El mayor impulso provino del grupo D, que tuvo un alza espectacular, mientras que los grupos C2 y C3 experimentaron caídas, lo que refleja percepciones distintas de la economía según el segmento de ingresos.

“El repunte del IPeCo en julio, aunque positivo, debe ser analizado con cautela. La marcada dicotomía entre el presente y las expectativas sugiere que los consumidores reaccionan a factores de corto plazo, pero mantienen un profundo pesimismo sobre la dirección a mediano y largo plazo de la economía, especialmente en lo que respecta al panorama general del país”, destacó la vicedecana de la Facultad de Administración y Negocios de la U. Autónoma, Adriana Riquelme.

Empresarios pesimistas

Para el mismo mes, la confianza empresarial en la región de La Araucanía retrocedió, situando el indicador en un nivel moderadamente pesimista. Según el último informe -también desarrollado por la U. Autónoma-, el índice general descendió a −22,6 puntos, revirtiendo la leve recuperación de 9,3 puntos observada en junio y marcando una tendencia negativa persistente.

El retroceso de −8,4 puntos en el último mes refleja un balance mixto entre los sectores. Mientras que el sector Agropecuario/Forestal y el Industrial mostraron una mejora significativa en sus percepciones, avanzando 19,2 y 8,1 puntos respectivamente, otros sectores experimentaron fuertes caídas. El sector Transporte fue el más afectado, con un desplome de −47,1 puntos, seguido por el Financiero (−19,3) y el Comercio (−19,1), este último ingresando a la zona “muy pesimista”.

En perspectiva semestral, el ICE promedió 21,8 puntos entre enero y julio de 2025, lo que representa una mejora sustantiva respecto de igual período de 2024, cuando alcanzó −40,2 puntos. Esta diferencia de casi 19 puntos refleja un pesimismo más moderado en el empresariado regional durante 2025. No obstante, ambos registros se mantienen en terreno negativo, lo que confirma que, pese a la mejora relativa, aún prevalece un clima empresarial frágil y condicionado por la incertidumbre en costos y empleo.

El panorama general de percepciones fue predominantemente desfavorable. La proyección de la situación del negocio y de los empleos futuros mostró descensos pronunciados.

A nivel macroeconómico, la caída de la confianza coincide con una variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 0,9% y la decisión del Banco Central de reducir la Tasa de Política Monetaria a un 4,75%. A pesar de estos desafíos, el mercado laboral regional mostró una leve mejora, con una tasa de desocupación en La Araucanía del 9,26% en el trimestre móvil abril-junio, lo que representa una disminución respecto al año anterior.

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