A través de un convenio suscrito entre la Subsecretaría de Agricultura y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), se ejecutará un prototipo para promover la agricultura de contrato entre productores de las comunidades mapuche Fermín Manquilef y Trapilwe, de la comuna de Freire, y de la comunidad de Huichahue, en la comuna de Padre Las Casas, en la región de La Araucanía.
Fortalecer la cadena de trigo en Chile, a través de un prototipo de comercialización justo y eficiente, que promueva la agricultura de contrato entre productores de trigo de la región de La Araucanía y la molinería local, es el objetivo central de un convenio de colaboración suscrito entre la Subsecretaría de Agricultura y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).
El acto de firma que oficializó este acuerdo llamado “Prototipo de Comercialización de Trigo”, se realizó en Temuco y estuvo encabezado por la ministra (s) de Agricultura, Ignacia Fernández, el director nacional del INIA, Carlos Furche y autoridades regionales.
En el lugar, se enfatizó que este convenio abrirá oportunidades concretas a agricultores y agricultoras mapuche que pertenecen a las comunidades Fermín Manquilef y Trapilwe, de la comuna de Freire, y a la comunidad de Huichahue, en la comuna de Padre Las Casas.
La ministra (s) Ignacia Fernández, explicó que esta colaboración territorial busca generar condiciones más equitativas para las y los pequeños productores que históricamente han enfrentado barreras en el acceso a tecnologías y canales de comercialización. “Este es un prototipo en el que hemos estado trabajando hace mucho tiempo a propósito de las difíciles temporadas que ha enfrentado la cosecha de trigo durante los últimos años, de la competencia con los mercados nacionales y en ese marco hemos ido avanzando hacia lo que esperamos que sea una nueva forma de relación entre los productores de trigo y la industria harinera”, enfatizó, y detalló que el convenio considera “entrega de semillas certificadas, asistencia técnica, asesoramiento comercial y promover la asociatividad para generar mejores condiciones en el mercado”.
Por su parte, el director de INIA, Carlos Furche, señaló que “este proyecto piloto representa una oportunidad integral para avanzar hacia una agricultura más justa y sostenible en territorio mapuche. No solo estamos incorporando semillas de calidad —un cambio clave en los procesos productivos— sino que también sumando asistencia técnica y articulación, lo que abre la puerta a modelos como la agricultura de contrato. Buscamos sentar las bases para una iniciativa escalable que contribuya al desarrollo económico y social de las comunidades mapuches en el largo plazo.”
La vigencia del convenio se extenderá entre abril y diciembre de 2025, considera una inversión total de $143 millones, y su ejecución estará a cargo de los investigadores Claudia Osorio, Javier Zúñiga y Claudio Jobet, de INIA Carillanca.
Entrega de semillas de papa nativa en Tranapuente
Por la tarde, las autoridades se trasladaron al Centro Regional de la Papa, en el sector de Tranapuente, para participar en la entrega oficial de semillas de papa nativa a productores del Convenio Tranapuente. Esta iniciativa, con financiamiento anual de $122 millones, busca rescatar variedades ancestrales del cultivo y fomentar modelos agroecológicos con foco en la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y la valorización del conocimiento local.
El convenio, que involucra a siete comunas de la zona costera de La Araucanía y diversas instituciones públicas, ha permitido implementar un modelo de escalamiento participativo con producción de semilla certificada de calidad. En 2024 se sumó una nueva línea de trabajo orientada a papa nativa y legumbres, clave para fortalecer la resiliencia frente al cambio climático y diversificar la matriz productiva del territorio.
El cultivo de papa nativa no solo protege nuestra biodiversidad genética, sino que también aporta valor económico, cultural y ecológico a los sistemas agrícolas locales.
INIA Carillanca incorpora moderno sistema de riego
Durante la jornada también se inauguró un nuevo sistema de riego por pivote central en INIA Carillanca, financiado a través del Fondo de Inversión Rotativa (FIR). La infraestructura permitirá regar más de 88 hectáreas del predio experimental, mejorando la productividad de cultivos estratégicos como trigo y avena, abriendo posibilidades para incorporar especies tecnológicas de alto valor.
“Este salto en eficiencia hídrica no solo beneficia al trabajo que realizamos como centro tecnológico, sino que genera impactos concretos en la generación de insumos de calidad y en la apertura a nuevas alternativas productivas para la región”, comentó la directora de INIA Carillanca, Claudia Osorio.
El proyecto implicó una inversión superior a los $250 millones e incluyó la instalación de un pivote de 506 metros, una bomba de 100 HP, mejoras en el tranque acumulador y el recambio del transformador eléctrico.
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