Barodontalgía, traumatismo y caries son algunas de las consecuencias que pueden sufrir nuestras piezas dentales si no tomamos precauciones.
El verano invita a disfrutar de las vacaciones con actividades al aire libre: nadar en piscinas, hacer deporte, andar en bicicleta, entre otras; además de tomar bebidas frías y comer helados. Por estos hábitos, propios de la temporada de calor, es importante conocer las situaciones que afectan a la salud de nuestros dientes y de los cuidados que hay que tener en época estival.
El doctor Alberto Fuentes, odontólogo e implantólogo de Clínicas Implanet, nos cuenta que hay que tener especial precaución con un deporte muy solicitado en verano: el buceo, práctica que puede provocar barodontalgia. “Cuando hay cambios de presión y dentro de un obturación mal hecha queda una “burbuja de aire” o presencia de caries, se provoca una estimulación del nervio, lo que hace que se contraiga o expanda, según sea el caso. Esta acción trae como consecuencia mucho dolor y molestias”.
En casos extremos puede provocar Pulpitis, proceso inflamatorio que afecta a la pulpa (tejido blando que contiene nervios y vasos sanguíneos) que se encuentra en el interior de los dientes. Producto de la barodontalgia, el nervio puede llegar a comprimirse tanto que se inflama dentro del diente, lo que provoca un dolor agudo e intenso. Esto último necesita tratamiento, así que se recomienda visitar de inmediato al dentista.
Para conocer el estado de nuestra dentadura, antes de practicar buceo, el doctor recomienda realizar radiografías a las restauraciones dentales para verificar que no existan estos vacíos. Esta condición es más frecuente de lo que se cree, porque existen tratamientos que no están bien realizados.
En relación al azúcar y los típicos alimentos de la época como helados, palmeras, jugos, entre otros, hay que tener precaución. El doctor Fuentes de Clínicas Implanet, explica que “una muy buena opción para prevenir los efectos de los dulces en los dientes es la fluorización. De esta manera, se logra plastificar y mineralizar las piezas dentales, previniendo la aparición de caries”. Esto a su vez, ayuda también a aislar al diente de los cambios de temperatura.
El profesional recomienda realizar la fluorterapia -sobre todo en los niños que están formando los dientes- antes de las vacaciones y cada 6 meses o una vez al año como mínimo. “Las caries en etapa inicial son reversibles con fluorización, en cambio cuando logra desmineralizar el diente hay que removerla y taparla. Un diente bien protegido nunca debería tener problemas”, agrega el odontólogo.
Otro punto a considerar son los traumatismos provocados en las piscinas, en deportes acuáticos, en bicicleta, entre otros. Estos accidentes pueden estar acompañados de perdida dentaria, si esto ocurre se aconseja mantener el diente en la boca o bien en un vaso con leche y acudir inmediatamente al dentista. Fuentes, explica que “el diente tiene un ligamento periodontal como una esponja alrededor, que si se seca inmediatamente muere y no hay vuelta atrás. Por ese motivo, la hidratación es lo más importante para que se pueda reimplantar”.
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