La Presidenta Michelle Bachelet anunció la reparación económica para las víctimas de La Araucanía que han perdido sus hogares, decretar el 24 de junio como feriado por el Día de los Pueblos Originarios y la suma urgencia en la creación del Ministerio de Pueblos Indígenas. Y a estas propuestas se sumó: el que la Jefa de Estado pidiera perdón al Pueblo Mapuche, señalando: “Quiero solemne y humildemente pedir perdón al Pueblo Mapuche por los errores cometidos por el Estado chileno. Pido perdón por no poder entregar la seguridad necesaria a las víctimas de la violencia en la zona”.
Para Diego Ancalao, dirigente político Mapuche, “sin duda, se agradece el gesto de la Mandataria de pedir perdón, seguramente a los partidos de derecha esa reacción les causará resquemor, pero lo necesario es, al menos, partir aceptando que hay temas pendientes, no resueltos y frente a los que cabe pedir disculpas, pedir perdón como lo hizo la Presidenta”.
Según Ancalao, “llama la atención que, una vez más, al igual que los anteriores gobiernos de la Concertación y de la derecha, nada se diga sobre la autonomía del pueblo Mapuche, como si se tratara de un tema olvidado y no lo es. Debe haber un reconocimiento constitucional, a través de un estatuto legal, que regule el funcionamiento autónomo en el territorio Mapuche y una estructura que le de representación, un Parlamento Mapuche de acuerdo a identidades territoriales”.
Añade que “ésta no es una simple idea, es un compromiso que adquirió el Estado de Chile cuando ratificó la declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, que en sus artículos 3, 5, 20, 21 y 22 habla, claramente, del derecho a ejercer libremente su autonomía política, cultural y económico, de acuerdo a su propia cosmovisión o crear nuevas instituciones, para lo cual el Estado debe asegurar ese ejercicio”.
Ancalao sostuvo, además, que entre los anuncios de la Jefa de Estado está la idea de recompensar desde el punto de vista del dinero a las víctimas de la zona, con la finalidad, según expresó Bachelet, para que las familias puedan reponer sus actividades productivas, tanto de la micro, pequeña y mediana empresa, que hayan perdido total o parcialmente sus activos, co-financiando las inversiones necesarias que permitan apoyar la recuperación productiva de las empresas en activos fijos y capital de trabajo. “Sin embargo -dijo- de la reclamada autonomía Mapuche ni una palabra. En ese sentido, más allá de que se establezca un feriado, de que se cree un Ministerio, de que se indemnice a los afectados que han perdido sus hogares, no se aborda el tema central que es la autonomía que mi pueblo perdió cuando fueron despojados de sus tierras, cuando sencillamente se les arrebató los territorios que, ancestralmente, les pertenecieron”.
Y en cuanto a las medidas económicos, el dirigente político Mapuche precisó que “deben obedecer al desarrollo de un modelo económico que permita el avance sustentable en base al kumemongen (el buen vivir) Mapuche, de lo contrario, estas medidas serán netamente asistenciales y los métodos subsidiarios han fallado por decenas de años”.
Al mismo tiempo, indicó que “para ser más preciso, el Artículo 20 número 2 de la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas dice que los pueblos desprovistos de sus medios de subsistencia y desarrollo, deben ser compensados por el Estado de manera justa y equitativa, de tal manera que no es ningún regalo, sino es parte de saldar una deuda y cumplir con la obligación internacional”.
A juicio de Diego Ancalao, “si de verdad se quiere enfrentar el conflicto en la zona de La Araucanía, las cosas se tienen que hacer bien y partir por aceptar que falta reconocer la autonomía del pueblo Mapuche, con todo lo que, ello, en la práctica implica, que es aceptar sus derechos que han sido reclamados por años, aceptar que hay multiculturalidad, que tenemos tradiciones diferentes y que no pueden seguir pretendiendo que actuemos como lo hacen los occidentales. Seguir con esa estrategia, es mantener al Mapuche en la indefensión en la que se encuentra hoy y que, por más dineros que les puedan entregar para su economía y su productividad familiar, que es un avance, lo esencial es su reconocimiento, su autonomía”.
Sobre el anuncio de la Presidenta, Bachelet de que, en un plazo de 60 días se enviará al Congreso la Ley Araucanía, cuyo objetivo es uno: establecer incentivos económicos especiales para las empresas que trabajen, exclusivamente, dentro de la región de La Araucanía, Diego Ancalao puntualizó que “una vez más se observa cómo al sector empresarial, de alguna manera, se le premia, se le incentivará para invertir en la zona, pero ¿por qué esa misma premura no se observa frente algo tan esencial como es el reconocer los derechos, políticos y económicos del pueblo Mapuche?, ¿cuáles son las razones para que, eso, no se concrete? Sigue siendo un enigma al que hay que darle respuesta”.
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