Hace doce años Miguel Serrano dejó este plano.
Serrano fue uno de los escritores-pensadores más importantes de Chile –fue integrante de la Generación del 38–, embajador de Chile en India (1953-1962), Yugoslavia (1962-1965) y Austria (1965-1971) e integrante de la Segunda Expedición Chilena a la Antártica (1948-49).
Hoy lo recordamos a través de uno de sus mensajes –grabados en su extraordinaria obra–: “Chile fue el país sagrado de los gigantes hiperbóreos del Polo Sur. Nuestra misión consistió en hacerlos salir un día nuevamente al aire de estas regiones puras, desde el interior de la Montaña, desde la roca de los Andes, creándoles aquí, en la belleza divina del paisaje –y también dentro de nosotros mismos–, las condiciones para su retorno. Despertándolos de su sueño de edades”.
Ese retorno del que habló don Miguel corresponde al Nuevo Sol o Edad que irradiará sobre el Chili Mapu y permitirá que el espíritu ancestral gótico-araucano vuelva a manifestarse bajo la luz del astro de Yephun-Oiehuen para impulsar nuevamente la libertad e independencia de nuestra sagrada patria.
Rafael Videla Eissman
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