· 22 jóvenes recibieron de manos de sus padres el uniforme que marca el inicio de la recta final de sus estudios.
Una noble tarea es la que cumplen a diario las educadoras de párvulo, quienes entregan las primeras herramientas a los más pequeños, una labor decisiva que sin profesionales capacitados con una buena formación académica teórico-práctica, no se podría concretar.
Es por ello que estudiar la Carrera de Pedagogía en Educación Parvularia requiere de un alto grado vocación para transmitir en cada etapa a los educandos la motivación necesaria para que los conocimientos adquiridos los marquen a fuego y los guíen por el camino correcto.
Y en este sentido, tras largos años de esfuerzo, de noches de desvelo, las 22 alumnas de cuarto año de formación recibieron de manos de sus padres, el delantal que simboliza el inicio del proceso de práctica profesional.
El tradicional y solemne acto académico conocido como Ceremonia de Investidura, se efectuó la Universidad Autónoma de Chile (UA) sede Temuco congregando a 22 jóvenes que serán las encargadas de prestar los cuidados a los más pequeños y compartir el rol de educarlos junto a los padres en sus primeros años de vida.
Importante labor
La emoción embargó a las propias alumnas y a sus familiares y amigos que con ramos de flores, besos y abrazos les desearon el mayor de los éxitos; buenos deseos que la directora de la Carrera de Educación Parvularia de la UA, Marianne Boelken, se encargó de comunicar en un emotivo discurso.
“Este es un hito importante dentro de la carrera. Ellas comienzan su práctica profesional, proceso complejo que requiere de mucho apoyo, esfuerzo y responsabilidad (…) las preparamos para que cumplan la función social de formar en colaboración con la familia a los niños, desde los recién nacidos hasta los seis años. Nuestras profesionales buscan ofrecer educación de calidad a partir de la cuna”, indicó la docente Master en Educación.
En tanto, como un importante cambio y un paso más al profesionalismo, definió la estudiante Pamela Millacoy, la nueva etapa. “Ahora vamos a ejercer como profesionales, es un momento súper importante que lo comparto con las personas que quiero. Espero poder marcar diferencias, ser una gran profesional, demostrar mis conocimientos y compartirlos con el resto de las educadoras para poder favorecer a los niños y niñas”, comentó.
La ceremonia contó con la presencia de más de 100 personas, entre ellas los orgullosos padres que emocionados destacaron el esfuerzo empeñado y el importante rol que cumplirán sus hijas en el futuro. Pascual Muñoz, padre de Vanesa, enfatizó: “Es una tarea linda, preciosa, tienen a cargo a niños que son el futuro del país. Yo me siento orgulloso”.
Tras la investidura, las alumnas están en condiciones de comenzar con su práctica profesional. Tal como lo expresaron, motivadas por cumplir con las expectativas y ansiosas de volcar todo lo aprendido en las aulas, buscarán entregar cariño, protección y una educación de calidad a los más pequeños de La Araucanía y el país.
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